En su afán de hacer campaña con lo que sea, el PRO no para de manotear lo que sea para criticar a su oposición política aún cuando sus denuncias se les pueden volver en contra, Néstor Grindetti, intendente de Lanús, publicó en las redes sociales una nota sobre una visita que realizó a la ONG Mi Escudo y es muy interesante lo que dijo sobre la misma.
La ONG “Mi escudo” desde hace varios años lucha contra la violencia de género, el maltrato infantil, protección del medio ambiente y niños en situación de calle.
Bueno, digamos que lo que resalta Grindetti es todo lo contrario a lo que ha hecho su gestión, un ejemplo de cada caso para que se entienda, VIOLENCIA DE GÉNERO, es una materia pendiente en la gestión de Grindetti, especialmente cuando nada hicieron ante las denuncias de acoso, violencia y abuso contra el funcionario Hugo A. Lico, MALTRATO INFANTIL, parece que el secretario de seguridad y jefe de gabinete Diego Kravetz no entendió esa parte y fue denunciado varias veces por maltratar a menores de edad e incluso de allanar a los tiros un comedor comunitario, PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE, un buen chiste si tenemos en cuenta que Lanús posee en el Polo Industrial una planta de tratamiento de residuos patológicos que llegan del exterior y que son altamente contaminantes, NIÑOS EN SITUACIÓN DE CALLE, basta con recorrer algunos sitios de Lanús como por ejemplo Villa Diamante para ver que no es una prioridad municipal los niños en situación de calle.
Juan Carlos Scaramuccia está al frente de esta ONG que brinda espacios de prevención, contención, seguimiento y acompañamiento a las víctimas; y que, como cada una, es de gran importancia ante la ausencia del Estado Provincial.
Bueno, digamos que hace más de 30 años acompaño a familiares de víctimas de delitos y no he siquiera escuchado sobre la ONG, cuando habla de la AUSENCIA del Estado Provincial, debería primero hablar de la ineficiencia municipal, ya que el municipio que conduce tiene una Dirección General de Asistencia a la Víctima, que en los números es ineficiente y cara para los vecinos.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw