Hospital Pte. Perón, maltrato a los pacientes, mentiras y corrupción

El Hospital Presidente Perón ubicado en el partido de Avellaneda, es uno de los principales centros de salud de la región, a él llegan pacientes de partidos linderos y esto es la excusa perfecta para que los directivos del nosocomio justifiquen la mala atención, el maltrato y acciones que encuadran en actos de corrupción.

No es la primera vez que desde El Sindical, señalamos la responsabilidad y la irresponsabilidad de los directivos, que bastante caro nos cuestan a los contribuyentes el pagar sueldos millonarios no de un director sino de 3 directores, según ellos reconocen aunque en la conformación con el cambio de gobierno eran 4, lo que da igual, sigue siendo un exceso por la deficiente tarea que desarrollan. Alejandro Oleiro; y sus asociados Martín CersócimoMarcelo Marcote Martín Gorenstein

Los más perjudicados por la mala atención y el maltrato que sufren al concurrir a atenderse son los adultos mayores, «los viejos» como los llaman ellos.

Desde los trámites interminables que deben realizar con turnos que se repiten y trámites que se vencen, a la forma despectiva con la que son atendidos si se puede llamar atención al ninguneo constante sin que las autoridades del hospital como responsable administrativo de los empleados tome medidas o bien el PAMI inicie las acciones que correspondan por el ineficiente cumplimiento del hospital como prestador.

Para que todos lo entiendan, esos empleados administrativos de mal humor y maleducados tienen ese trabajo gracias a esos «viejos» que a ellos le molestan, al igual que los médicos con problemas de reconocimiento y oportunidades que se quejan de tener que atender «esos» pacientes cuando el sentido común indica que si están en un hospital público es por sus limitaciones y no para descargar ese resentimiento en los pacientes que se merecen un médico o enfermero agradecido de tener un trabajo en un país en crisis.

Son esos médicos maltratadores, burlones y mentirosos, los mismos que después reclaman mejores sueldos, piden policías en las guardias para no ser agredidos, pero se creen con la impunidad para maltratar, denigrar y burlarse de los pacientes, frases que escuché en unas 10 horas de estar en la Guardia del Hospital Pte. Perón de boca de dos médicas y unas 4 enfermeras fueron:

-Que espere y se aguante, no vamos a estar pendientes de sus reclamos, es una Guardia.

-(Médica la enfermera) Fijate que quiere ese boludo que grita, está quebrado que aguante, no se le puede dar nada hasta que lo vea el traumatólogo (pasó 2 horas sin sedación el paciente).

-(Hija de mujer con suero en la guardia) Mi mamá hace rato que se le terminó el suero, quién se lo cambia??, (interviene la enfermera) señora acá los que sabemos somos nosotros y no vamos a estar gastando suero en cada paciente y si la vía tiene sangre no pasa nada, deje de molestar y espere.

-(Médica de la foto de la nota) llegó el resultado de la que está en el consultorio 3, adivinen, tiene la bilirrubina alta, (médica y enfermeras cantan) me sube la bilirrubina.

-(Médica de la foto) usted quién es? no puede estar mirando el pasillo, obvio desde la dirección le comentaron que desde la escalera de afuera se veía que pasaba varios minutos con el celular sin atender, se llegó a tomar silfie y tener conversaciones mientras la gente golpeaba la puerta del consultorio.

Esta misma médica, que se negó a dar su nombre y apellido, cuando no supo que responder por su conducta reprochable pidió a los policías de la guardia médica que curiosamente tiene más policías que una comisaría me prohíban asomarme al pasillo, en total son 12 policías, concurrieron 6 para preguntar lo mismo que la médica, ¿por qué miraba al pasillo?? bueno, porque llevaba horas pidiendo con el Jefe de la Guardia para hacer un reclamo formal y la respuesta de los jóvenes de la recepción era siempre que ninguno de los 3 sabía donde estaba el Jefe y ni siquiera su apellido, raro.

Finalmente los propios policías ubicaron a la Jefa de los martes como se presento ella y pude saber que la mayoría de las horas de más maltrato y desatención ocurrieron durante el horario del Dr. IGLESIAS, quien parece le importa un pepino controlar la atención a los pacientes y no se hace cargo de las criticas o reclamos ya que lo he mencionado en por lo menos 3 veces en otras notas similares.

Sería interesante que el gobernador Axel Kicillof explique para qué ponen cámaras en casi todo el hospital si nadie controla el tiempo y la atención de los pacientes, también que explique si es necesario alrededor de 30 policías en un hospital cuando los ciudadanos reclaman más seguridad, los policías allí se los ve, saliendo a la calle a fumar, al kiosco, corriendo detrás de los visitadores médicos para juntar medicamentos y escuchando música.

También que el ministro de salud Nicolás Kreplak alguna vez se ocupe de las denuncias, reclamos y quejas, no se justifica el sueldo de varios directores si nada funciona bien, como no se justifica que el hospital cierre camas para reformas con fines políticos perjudicando a los pacientes.

En una provincia bien administrada, los involucrados de mínima deberían tener un sumario administrativo y recibir una sanción ejemplar, pero parece que poner orden no garpa y mejor hacemos un corte de cintas inaugurando cualquier pavada y que la salud de los ciudadanos se joda.

Y para usted señora médica impresentable, le recomiendo sea más inteligente en el futuro porque las mentiras tienen patas cortas dicen y más cuando existen grabaciones, videos y fotos de su conducta y testimonios de otros pacientes, si usted fuera una persona con vocación y respeto no debería temer nada, pero por algo le preocupaba que vea o escuche como por ejemplo cuando entre usted y la otra médica que paseaba más que trabajar presionaban a la empleada de la ventanilla para que invente excusas cuando alguien se quejaba por las demoras, total, para estas dos impresentables el que va a la guardia de un hospital es un pobre e ignorante.

Cuando salí a comprar del hospital vi en el frente que ahora hay una gran frase de Perón, «Queremos hospitales humanizados», una enorme hipocresía que contrasta con lo que ocurre adentro.

Recuerde si no se queja no se queje, así que comiencen a ejercer su derecho a ser atendidos correctamente, con respeto, si son adultos mayores que alguien los acompañe o usen sus celulares para grabar, así no los acusan de mentirosos o de entender mal.

La salud y el PAMI nos cuestan millones, tienen miles de empleados que es evidente sobran, háganse respetar.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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