Silvia Bocalandro, el PAMI, el Hospital Pte. Perón y la corrupción en el sistema de salud público

Cuesta entender que un médico, egrese de la Facultad de Medicina sin haber aprendido algo tan básico y de uso diario como el realizar una simple receta u orden médica de estudios, lo que evidencia que en la practica, poco les interesa hacer las cosas bien, total el que se jode es el otro.

La cosa se agrava cuando los que van y vienen, por la falta de un sello, la firma o la aclaración, son los afiliados del PAMI, que son maltratados una y otra vez sin que a nadie les importe.

Como ejemplo puntual voy a tomar el caso del Hospital Presidente Perón de Avellaneda, conducido por el director ejecutivo, Alejandro Oleiro; y sus asociados Martín Cersócimo, Marcelo Marcote y Martín Gorenstein y Alfredo Bisoni (UPA). Es decir, se pagan 5 sueldos jerárquicos para que un hospital brinde un servicio de regular a malo donde lo que no funciona es el orden, cada uno hace su trabajo como se la canta y no pasa nada.

Personalmente he concurrido en varias oportunidades por denuncias de pacientes a comprobar que la atención es mala, deficiente y con mucho maltrato, obtener un turno es una tortura desde hace años, llueva o no, la gente debe esperar a la intemperie a que a las 08:00 hs comiencen a dar escasos números y algunos puedan ingresar, hay gente que va a pasar la noche para estar entre los primeros, algo similar e indignante ocurre con los pacientes del PAMI y a veces se enteran que ese día no hay especialista, es decir, pasaron una noche por nada.

Hay que ser tolerante con lo que hay dicen, bueno, te pasas la noche, sos afortunado si conseguís el número, te atiende un médico que lo hace sin ganas y sin dedicación, te evalúa sin el menor interés por tu salud, total no es algo grave, te hace una receta y cuando vas a pedir el estudio, algo falta, lo que implica volver a hacer todo el circuito burocrático, poco les importa si la suma de «errores» posponen una operación porque según ellos de última ingresas por la guardia, es decir, son médicos que no previenen el mal mayor, sino que el mal menor lo potencian. No soy médico, pero el sentido común me dice que no deben haber aprendido eso en la facultad de medicina.

La médica que titula la nota, Silvia Bocalandro, con Mat. Nac. 28242 y Mat.Prov. 28242, con fecha 22/03/2022 realiza una orden médica a una paciente del PAMI, que lleva más de 4 años cumpliendo con todas las prescripciones médicas, pasando horas en ir del PAMI al hospital, gastando dinero de una jubilación mínima y con el riesgo de terminar en una guardia que con suerte la atenderá también de mala gana por estar siempre saturadas, porque es algo que parece los directivos médicos no comprenden a pesar de haber terminado una carrera universitaria y es que esos pacientes mal atendidos, a los que se les agrava la salud, van a terminar en la guardia del mismo hospital, es así aunque parezca poco inteligente.

La Dra. Silvia Bocalandro parece que no sabe realizar una orden médica y tampoco le interesa, porque si existe algo básico de cualquier carrera profesional es que en todas las hojas de un examen se coloca nombre, apellido y firma, es decir, que no hay justificativo alguno razonable para «olvidar» hacer una orden o receta sin firma y sello, salvo el todo me chupa un huevo.

Por si fuera poco, la señora Sonia Renee Acosta, va un domingo a las 04:30 hs, el día 27 de marzo al Sanatorio Menéndez del barrio de Caballito, CABA, es decir, de madrugada debe ir al estudio de Avellaneda a Caballito, para enterarse que el estudio no se puede realizar porque la médica no firmo la orden ni puso el sello, tiempo, dinero y demoras de las que nadie se hace responsable, es decir, PAMI brinda un servicio pésimo a los afiliados y el hospital con CINCO directores es una joda porque nadie controla nada.

Cuesta creer que una médica como Bocalandro sea tan irresponsable, ya que el 11 de marzo del 2010, una nota publicada en Infobae, advertía que médicos denunciaban demoras en cirugías con muchos pacientes que MUEREN por demoras en la atención médica, es decir que en poco más de 10 años, la médica pasó de ser una de las denunciantes a ser parte de ese sistema perverso.

La culpa es del Gran Bonete

Uno pensará que los pacientes son tibios, que no reclaman y que están solos, no no es así, los afiliados reclaman al PAMI, el PAMI, dice que los que atienden son empleados del hospital y no depende de ellos y en el hospital nunca hay un responsable, sí aunque usted no lo crea se pagan CINCO altos sueldos, pero nunca uno encuentra a uno de esos CINCO directores para que haga su trabajo y como corresponde tome la queja y actúe en consecuencia.

En la Región Sanitaria VI a cargo del Dr. Luis Parrilla la cosa no es muy distinta, ante un pedido de informes y formalizar la denuncia administrativa por estas irregularidades que se repiten en el tiempo hasta llegar al absurdo de que una operación se demore más de 4 años, con las pérdidas económicas al Estado que ha gastado en estudios que se vencen una y otra vez pero que son un gasto, nadie se hace cargo, ergo los pacientes y los médicos nos cuestan mucho, para nada.

En los países donde se cuidan los recursos del Estado, los médicos responsables de un paciente, responden con su patrimonio por los gastos innecesarios, sea de un paciente o del Estado, así se consiguen dos cosas, interés en el médico de prescribir con responsabilidad y de hacer un seguimiento médico eficaz, para evitar sanciones o pagar. Acá, como NO PASA NADA, prescriben mal, atienden mal y del otro lado, hay un organismo del Estado que gasta millones de manera ineficiente y a pérdida.

Dicho esto, considero que los responsables son los CINCO directivos del Hospital Presidente Perón, el Dr. Luis Parrilla de la Región Sanitaria VI, la titular del PAMI Luana Volnovich, veremos que respuesta nos da el Ministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak, pero la única verdad es la realidad y no existe una explicación razonable para tener a una paciente años dando vueltas y el Estado pagando estudios que terminan siendo un gasto sin sentido, no existe justificación alguna para que los médicos no sepan hacer una orden o receta, mucho menos para el maltrato que reciben de empleados del hospital que como nadie controla se creen con un poder retorcido como es el maltratar a un jubilado.

Realidades de una Argentina con un sistema de salud que tiene poco para sentirnos orgullosos, suelen decir los caraduras de los políticos que tenemos un sistema de salud gratuito que atiende a millones de argentinos, bueno señores, no es ni gratuito porque se paga con los recursos del Estado y mientras sigan pensando que es gratis seguirán despilfarrando millones que no salen de sus bolsillos, que la atención médica es otra cosa, esto es burocracia para justificar gastos, entre ellos sueldos millonarios de inútiles que no se lo merecen porque si se pagan CINCO directores no hay excusa alguna para que no se puede encontrar a uno en su cargo y den alguna explicación.

Así no tenemos nada, dejen de subestimar a los ciudadanos, mucha oficina, mucho cargo, muchas fotos y reuniones, muchos asistentes, secretarias y choferes pero poca y nada responsabilidad para el trabajo, así lo mejor que pueden hacer es renunciar y ahorrarnos pagar por gente que no lo vale.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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