Becerra y Sigal, dos abogados impresentables, si tienen hambre que no se note

Los abogados querellantes de L-Gante, Pablo Becerra y Leandro Sigal, no paran de sonreír en los medios, augurando que ahora L-Gante va a pagar por todas las que hizo, en referencia a 3 causas más donde son querellantes y Sigal contó que estaba molesto porque en una de ellas le ofreció al cantante llegar a un acuerdo económico por la suma de 6 mil dólares y este lo rechazo mostrando ser un soberbio.

La realidad es que tanto Becerra como Sigal son dos abogados mediocres que se presentan como doctores, pero por las argumentaciones y en el caso de Sigal por su léxico, dejan mal parada a la institución que les otorgó el doctorado si es que lo tienen.

Esta observación no es personal y subjetiva, los invito a buscar el video del programa donde invitaron en Crónica TV a la Dra. Hermida Leyenda y lo mandó a estudiar a Leandro Sigal por el cúmulo de pavadas que no paraba de repetir e intentaba imponer, la escena fue lapidaria y cualquier persona con vergüenza se tomaría un tiempo en los medios, pero Sigal volvió con cara de distraído que es lo que mejor le sale.

El propio Sigal contó en Crónica que una de las víctimas, Gastón Torres es empleado municipal y que demoró días en realizar la denuncia penal porque existieron reuniones con el intendente Mauro García, algo inédito y que avala la sospecha del abogado defensor Cipolla sobre una mano política, ya que la otra supuesta víctima Rosa Catalina Passi, también trabaja en el municipio y hasta días antes del supuesto incidente, se mostraba fanática de L-Gante.

Nadie puede negar que el cantante venía en una escalada de excesos que lo llevarían a tener problemas legales, que se sobre exponía a ser víctima de oportunistas en busca de dinero o bien ser verdugo de algún inocente por culpa de su descontrolada vida.

La acusación de no ser L-Gante se hubiera demorado y hasta archivado ante la falta de pruebas indubitables, es una causa armada en base a testimonios y justamente hay en el medio días donde existieron reuniones que bien podrían haber sido para instruir a testigos, porque no hay tanto para reunirse si solo se trataba de denunciar o no.

Para finalizar, Sigal afirmaba que estaba bien que la policía rompa en el allanamiento porque eso siempre es así, insisto, este mediocre abogado no ha tenido clientes por fuera su nivel, ya que ejemplos sobran de casos donde la policía no solo no rompió puerta alguna sino que esperó en la puerta por horas la llegada del abogado defensor, lo único concreto que hoy se ve en la causa es la alegría de dos abogados con hambre que venían sin cobrar miles de dólares que le reclamaban al cantante para llegar a acuerdos y que curiosamente hoy encuentran a otras supuestas víctimas que son punteros políticos y sindicales.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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