Rinaldi Torres, Franco, el «ñoqui» V.I.P que habla de achicar gastos en el Estado pero …

Franco Victorio Rinaldi Torres, hace un tiempo que ronda en la política buscando un cargo o una candidatura, el primer objetivo fue cumplido, pasó de ser personal contratado a personal de planta permanente en la Auditoría General de la Nación, donde a pesar de su condición no concurre de forma presencial a trabajar, a su cargo de Auditor Semi Senior, con un sueldo de $439.686,21.

Este personaje que siempre se muestra duro con los gastos que el considera innecesarios como la educación pública universitaria, cuando el mismo estudio en la UBA bajo ese régimen, que critica planes de entre $20 mil y $35 mil, nos cuesta a los ciudadanos como varios de esos que el repudia y llama «planeros», así de hipócritas son él y su jefe político Jorge Macri, que lo tiene como candidato para la Legislatura de la Ciudad.

En la disposición N°45/2022 con fecha del 16 de marzo, la AGN ratificó los alcances del Decreto de Necesidad y Urgencia N°678/2021 que había confirmado “la prestación de servicios presencial para las y los agentes de todas las jurisdicciones, organismos y entidades de la Administración Pública Nacional”.

Franco Victoria Rinaldi Torres, tal su nombre completo, ingresó a la AGN primero como contratado y luego pasó a planta permanente, designado allá por 2014 por el radical y entonces titular del organismo Leandro Despouy.

Politólogo de formación, Rinaldi figura en el recibo de sueldo en la categoría D2 que comprende “al personal designado para ejecutar funciones profesionales, o funciones o servicios técnicos o especializados que requieren conocimientos, habilidades o pericias determinadas para la aplicación de normas, procedimientos, métodos o rutinas específicas a una diversidad de tareas bajo dirección de personal de mayor nivel”.

En 2014 lo empleados de la AGN ya habían denunciado que Rinaldi era un “ñoqui” del organismo. Pero no solo eso, sino que lo acusaron de utilizar el acceso a la información de la AGN con fines políticos.

Antes de que Mauricio Macri llegara a la Presidencia, Rinaldi publicó un libro en contra de la gestión de Mariano Recalde en Aerolíneas Argentinas, empresa del Estado que desde la AGN debería controlar de manera imparcial

En ese libro, Rinaldi publicó material de «primera mano» sobre Aerolíneas sin aclarar en ningún momento que trabaja en el organismo dedicado a controlarla, lo que viola varios incisos del artículo 2 de la Ley de Ética Pública.

En ese sentido, el inciso «F» del citado artículo lo conmina a «abstenerse de utilizar información adquirida en el cumplimiento de sus funciones para realizar actividades no relacionadas con sus tareas oficiales o de permitir su uso en beneficio de intereses privados».

Convertido en un verdadero influencer liberal, Rinaldi utiliza sus redes sociales para exponer un discurso machista y negacionista del terrorismo de Estado que vivió la Argentina. Por caso, asegura que los 30 mil desaparecidos son “un verso” y reflexiona «cómo se llama el crimen contra el hombre», para desacreditar la figura jurídica del femicidio.

Rinaldi tuvo su primera incursión política en las elecciones legislativas del 2021, cuando fue candidato a diputado nacional dentro del espacio de Republicanos Unidos, creado por Ricardo López Murphy pero ya disuelto, participando de la interna de Juntos por el Cambio en la ciudad de Buenos Aires.

Sobre arancelar las universidades

“Por empezar, creo que la universidad, como cualquier proceso educativo, no es gratis, porque los docentes tienen que cobrar, la luz hay que pagarla, los alquileres de los edificios hay que pagarlos, el alumbrado hay que pagarlo. Es decir, gratis, my ass. No existe que sea gratis”, comenzó diciendo el politólogo en el programa “El método Rebord” que conduce el periodista Tomás Rebord. En este sentido, Rinaldi sostuvo que “no es solo que hay que arancelar” la universidad pública, sino que “el sistema, como está planteado, es injusto (…) Incluso en muchos casos se ha convertido en una gran playa de estacionamiento, sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, para las clases medias que no saben mucho qué hacer y que dicen ‘bueno, ¿qué hago? Bueno, me meto al CBC (Ciclo Básico Común), hago un añito de esta carreta, un añito de esta otra carrera, total es gratis’”, terminó el referente del PRO.

Las respuestas contra el primer precandidato a legislador porteño del primo de Macri no tardaron en llegar. Varios referentes políticos, sindicales y educativos, repudiaron estos dichos.

La hipocresía de este personaje es morbosa, en ningún país serio se puede uno siquiera imaginar que en un organismo de control justamente pasen estas cosas, que tengan un empleado fantasma o que un político que estudio en la universidad pública hoy quiera quitarles ese mismo derecho a otros.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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