El actual ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Julio Alak, lejos de haber tenido una exitosa gestión y aún más lejos de ocuparse que el ministerio a su cargo funcione de manera eficiente, desde hace meses solo se ocupa de aparecer en cuanto acto político sea, incluso si no es competencia de su ministerio, los motivos son sencillos, cartonear prensa.
Así, mientras la provincia de Buenos Aires se desangra en una ola de delitos, con un Poder Judicial corrompido que nadie controla donde el delito es un negocio rentable con los funcionarios entongados con abogados o directamente con los llamados «operadores judiciales» todo es una fiesta de reincidencia y puerta giratoria, la vida y los bienes de los ciudadanos a nadie le importa.
Vale recordad que el Servicio Penitenciario Bonaerense depende del ministerio de Julio Alak y poco han hecho por la reinserción y la capacitación de los detenidos, como así también el evitar los presos que son inocentes que terminan sufriendo una pena injusta y ocupando la celda que le corresponde a los verdaderos delincuentes.
Por el lado de la transparencia institucional, existe complicidad por parte del ministerio de justicia con los funcionarios corruptos y es que no hay otra explicación para que existan funcionarios de áreas sensibles y siempre vinculadas a la corrupción que adeudan 3 años las declaraciones juradas patrimoniales sin que se tomen las medidas que por Ley corresponden, entonces hay una subsecretaría ineficiente que nos cuesta millones a los ciudadanos que debería ser eliminada si no tiene razón de ser.
Con todo lo malo, parece que los únicos que no se han enterado de esto son Axel Kicillof que apoya la candidatura de Julio Alak a intendente de la ciudad de La Plata y el propio Alak que no debería tener ni los votos de su familia.
Por eso es muy importante recordar al momento de votar a quien vota, Julio Alak es hoy sinónimo de corrupción, encubrimiento e incompetencia, pero lo más indignante es que quiere perpetuarse en eso de vivir del Estado, mientras hace campaña con la nuestra.
Marcelo Ricardo Hawrylciw