El tribunal que juzga a Carlos Ramón «El Pipi» Garzón por el crimen del joven secuestrado en El Jagüel en 2002 delibera tras escuchar los alegatos. El fiscal y la querella pidieron 38 años y medio de prisión, mientras que para la defensa debe ser absuelto y la nulidad del proceso.
La Fiscalía y la querella pidieron hoy 37 años y medio de cárcel para el acusado del secuestro y homicidio del adolescente Diego Peralta, en el marco del segundo juicio que se hace por este caso.
Ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, el fiscal federal Horacio Galdós solicitó condenar a 37 años y medio de cárcel a Carlos Ramón «El Pipi» Garzón, por entender que fue responsable del robo del remís en el que iba la victima y que participó de su homicidio.
El representante de la familia de Diego Peralta, José Luis Ferrari, había pedido la misma pena. El defensor de Garzón, en tanto, reclamo la absolución de su cliente por entender que no había suficientes pruebas en su contra, y desacreditó los dichos del «arrepentido» que confesó como había sido asesinado el adolescente.
Se espera que los jueces Joaquín Carlos Ruggero, Mario Gabriel Reynaldi y Héctor Carlos Acuña terminen de escuchar los argumentos de las partes y luego pasen a un cuarto intermedio para dar a conocer el veredicto.
Diego Peralta tenía 17 años cuando iba en un remís al colegio y fue secuestrado en la mañana del 5 de julio de 2002, en la localidad bonaerense de El Jagüel. Un auto se le cruzó y la banda capturó al chico al que se llevaron secuestrado hasta una casa de Plátanos, en Berazategui.
Con el chico atado y drogado, los delincuentes pidieron u$s200.000 de rescate, pero la familia negoció un pago de $9.000 y u$s2.000 que su padre, Luis Peralta, arrojó cerca de la cancha de Claypole.
Sin embargo, el tiempo fue pasando y el chico nunca apareció vivo; recién el 12 de agosto de 2002 su cadáver fue encontrado en las aguas de una tosquera en Ezpeleta. Según confesó mas tarde Marcelo «Chelo» Cejas, uno de los condenados en el juicio anterior, a Peralta se le había caído la venda durante su cautiverio y creyendo que podía reconocerlos lo mataron.
Hace dos años, un tribunal condenó a perpetua a Cejas, Julio César Rotella, David «Chaca» Pereyra, Rosa Pistillo, alias «La Gorda Rosita», y Enrique «Baty» Báez. También sentenció a diez años de prisión a Lauro «El Chino» Shimabukuru y a cinco años José Pablo García. Garzón fue juzgado en un segundo juicio porque fue arrestado en Paraguay y los trámites de extradición se demoraron.
