Excluídos en la Ciudad de Buenos Aires

Una familia de las tantas que se observan en la Ciudad de Buenos Aires, sin que reciban atención del Estado, duermen donde pueden, comen lo que pueden y resisten más de lo digno.

Es difícil encontrar en la memoria un recuerdo de la Ciudad de Buenos Aires sin indigentes desde los año 90 en adelante, por el contrario crecen en cantidad y marginalidad.

La falta de valores, la falta de educación y el total desinterés de los jefes de gobierno han ido permitiendo que las calles, las plazas, los edificios públicos, los edificios abandonados y hasta vehículos abandonados en la vía pública sean utilizados como vivienda por los indigentes.

Estas personas que impudicamente hacen sus necesidades a la vista de todos, que desafiantes aspiran una bolsita o beben hasta ya no coordinar sus pasos y en el menor de los casos mantienen relaciones sexuales debajo de una arapienta frazada.

Estas personas, que amenazantes envían a sus hijos a mendigar, necesitan la asistencia del Estado, para educarlos, para corregirlos y luego de ser necesario castigarlos por sus faltas.

Hoy están así , marginados, excluídos, débilmente alimentados, sin contención a la suerte del destino o la caridad de un ciudadano.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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