Ayelén y Marina Jara, de 21 y 20 años respectivamente, volvían de un boliche en Moreno cuando se encontraron con un vecino que intentó atacarlas. Ellas se defendieron con un cuchillo y fueron encarceladas.
Las hermanas habían ido a un boliche a quince cuadras de su casa, y cuando volvían caminando, un vecino que solía molestarlas, Juan Antonio Leguizamón Ávalos, intentó abusar de ellas.
La mayor de las mujeres tenía un cuchillo en la cartera, lo usó para defenderse y le causó heridas leves a Ávalos.
Como consecuencia, ambas fueron procesadas por “homicidio en grado de tentativa” y se encuentran presas desde hace 22 meses en la Unidad Penal 8, luego de haber sido alojas en la Unidad Penal 51, considerada de máxima seguridad.
La madre de las mujeres, Elena Salina, aseguró que solicitaron “el cambio de carátula para que pase a ‘lesiones graves’ y así lograr la excarcelación”.
“Les están arruinando sus vidas. Son chicas jóvenes, que nunca hicieron nada malo, no delinquieron jamás, y son tratadas como asesinas peligrosas”, agregó Salinas.
La madre de las víctimas además sostuvo que “está claro que las chicas se defendieron de una agresión sexual, de un acoso permanente, y que a lo sumo podría ser caratulado como exceso en la legítima defensa”.
“Es el machismo de la justicia lo que tiene a mis hijas presas”, concluyó Salina.
