Ya es habitual en el Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, dar conferencias de prensa tardías, ¿torpeza o subestimar al ciudadano?.
Con el escándalo ya desatado a nivel internacional, donde la noticia secundaria pasó a ser la cantidad de concurrentes al recital, cuando aún las cifras hablan de más de 400 mil personas, todo apunta a las muertes y los incidentes ocurridos durante, antes y después del recital del Indio Solari.
Luego de la «conferencia de prensa» del intendente de Olavarria Ezequiel Gallí, hombre del PRO, que intentó pegar junato a él al presidente Mauricio Macri y más cerca a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal, la catarata de criticas llegaron desde todos los sectores incluídos los de su propio partido, todos apuntaban a la responsabilidad del intendente en haber autorizado el recital y la irresponsabilidad en la falta de controles y organización.
El gesto de que Ritondo brindara la conferencia de prensa desde el cuartel de bomberos y no desde el municipio, es un claro ejemplo de que al intendente le «soltaron la mano».
No fue una buena estrategia la de que Cristian Ritondo diera una conferencia, mucho menos cuando este habla a una ciudadanía dolorida sin tener fundamentos en lo que dice.
Llegó tarde la voz de la gobernación de la Provincia de Buenos Aires, como fue muy tarde para los pocos controles que comenzaron a realizarse ya pasada la tragedia, porque todos hablan de los muertos dentro del predio, pero convenientemente nadie dice nada de las rutas liberadas donde hubo varios accidentes y dos muertos.
No explica Ritondo por qué nadie controlaba el estado en el que llegaban muchos de los concurrentes al recital, varios borrachos y drogados antes de salir a la ruta que continuaron su fiesta en los autos y micros que los trasladaban, no es necesario aclarar que la falta de controles hizo que las rutas 3 y 205 sean una trampa mortal donde no hubo más víctimas de casualidad.
Para quienes no recorren habitualmente las rutas mencionadas fue descubrir la gran estafa de las concesiones que administran las rutas, no hay inversiones concretas y lo poco que se hace es insuficiente y deficiente.
Ritondo se dedicó a desligar a la provincia de los errores, culpó a los municipios y a la empresa privada llegando al absurdo de incriminarse al decir que la provincia había delegado la seguridad en los organizadores, lo cual es un disparate político y jurídico que evidencia que Ritondo llega tarde y mal.
Si tomamos en cuenta el testimonio generalizado de que la gran mayoría estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas, en una masa que supera las 400 mil personas tenemos varios kilos de cocaína y marihuana que pasaron por Olavarria, pero no hubo detenciones de ningún narco o vendedor de drogas ¿raro no?.
Hoy muchos sacan cuentas sobre lo que recaudo el Indio por el recital 325 mil por $800, unos 260 millones de pesos, pero nadie hace cuentas mucho menos el gobierno del dinero que se recaudó con las drogas, algunos ofrecían las bolsitas hasta en $800, el valor de la entrada, pero con la diferencia que ningún adicto se conforma con una bolsita.
Que hay muchos culpables no hay ninguna duda, que la productora que llevó al Indio tiene grandes responsabilidades tampoco hay dudas, pero hacer de esto un debate donde muchos salen a criticar al músico me parece que es muy raro y conveniente, que Ritondo responsable de la policía nos cuente dónde estaban los controles, tienen la capacidad de espiar gremios y docentes y no sabían el caos que eran las rutas?, desde el presidente para abajo se llenan la boca hablando de la la lucha contra la droga y durante tres días se vendió más droga que bebidas, incluso vendían a metros de la subdelegación Olavarria de la PFA.
Señor Cristian Ritondo, le recomiendo que si no sabe cuáles son sus funciones y obligaciones se haga asesorar, desde ya están las páginas a su disposición por si quiere hacer su descargo.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw