La empresa se iría del Parque Industrial de Burzaco en mayo, según anunciaron autoridades a los operarios. Prometieron que los reubicarían en Longchamps, pero no creen que todos puedan gozar de ese destino. Hay 120 empleados efectivos y 200 tercerizados que prometieron organizarse.
Tras cinco años de que un depósito de la firma láctea La Serenísima funcionara en el Parque Industrial de Burzaco, Almirante Brown, cerrará como reacción empresarial a la supuesta baja en las ventas de la planta, según les confirmaron representantes de la gerencia del grupo Danone a los 320 trabajadores afectados, entre el personal efectivo y los tercerizados. Aunque les prometieron que serían absorbidos por la sede de Longchamps, dudan de que todo el personal logre reubicarse y que queden familias en la calle. Si no hay respuestas durante este mes, en marzo habrá medidas de fuerza.
En medio de una coyuntura económica nacional compleja, la compañía anunció que se quedaría con una única sede en el distrito, pese a las potencialidades que parecía ofrecer el Sector Industrial Planificado. Los argumentos que brindaron a su equipo fue que “deben renovar el alquiler, que es muy alto, y tienen pocas ventas, entonces se cierra”, transmitió Carlos Andrés Romero, delegado general de la comisión interna que se organizó para resistir despidos masivos.
Sin embargo, la desconfianza de los obreros radica en que difícilmente todo el pulpo Danone tenga los números en rojo y que no se pueda tender una red desde las áreas que mantienen en orden sus divisas. “Lo pensamos como grupo económico. Puede ser que estén ganando menos de lo que pretenden pero no creemos que sea justificación para el cierre”, cuestionó el referente, en diálogo con LA TERCERA.
El cuestionado es un depósito de logística desde donde se preparan y distribuyen pedidos. Son 120 las personas que figuran como personal efectivo de Logística La Serenísima, a las que se suman 200 vinculadas a “empresas contratistas”, aseguró. A ellos les confirmaron que el 2 de mayo próximo no deberían regresar a esa planta browniana sino a la de Longchamps, donde empezarían a cumplir funciones. “Es muy confuso, no entramos todos. Creemos que al menos la mitad va a quedar afuera”, cuestionó Romero, amparado por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (Atilra).
La comisión interna decidió alertar a la compañía a través de comunicados de prensa que resistiría ante potenciales reducciones de personal. La delegación local del Ministerio de Trabajo bonaerense se acercó y prometió abrir un expediente en el que recauden los números reales de las transacciones económicas de la planta, para verificar si el daño económico es el que aducen. Los trabajadores entienden que los referentes políticos del distrito podrían ayudarlos para evitar una mancha en el funcionamiento del Parque, señalado como una formación estratégica en la provincia.
Como la explicación del obligatorio recorte de presupuestos no les parece creíble, desde el sector especularon con que el aviso sea una jugada de La Serenísima para presionar sobre los propietarios de los terrenos donde funciona, para que se mantenga el alquiler que pagan hace 5 años. En clave política, también señalan que puede jugarle en contra la distancia que mantienen con la conducción nacional del gremio, que sí está cerca de la firma.
Por encima de los motivos del recorte, si el anuncio se concreta y se genera el desprendimiento de trabajadores, la conducción local aseguró que evaluará convocar a medidas de fuerza. Podrían comenzar en marzo si no hay señales positivas desde el Estado o el privado.
Fuente: La Tercera