Otro 7 de junio que el calendario dirá que se celebra el día del periodista argentino y en un país donde cada día la sociedad es más arriada a la ignorancia y en la mansedumbre de los que aceptan su destino como si fuera un castigo impuesto que hay que tolerar, manipulados por los medios de «prensa» y la influencia de las redes sociales, no hay nada para celebrar.
Me sobran los dedos de una mano para poder enumerar los que hoy realmente hacen periodismo y no son ninguno de los que el público ve en los medios televisivos donde le dan pantalla a quien sea un buen comunicador de la bajada de línea y se reserve su opinión para sus íntimos, ya que ni siquiera opinan fuera de sus ámbitos laborales.
El periodismo es investigación, un periodista se supone que investiga y expone sus investigaciones para informar a los ciudadanos y que este a su vez tenga una conciencia critica que lo lleve a pensar, replantearse y analizar la realidad que lo rodea, parece algo complejo, porque hace años se instaló una cultura del menor esfuerzo y de que todo sea diagramado para una mayor audiencia, seguidores o consumidores.
Los grandes medios nos han vendido que a mayor poder y dinero, sus empleados presentados como periodistas por ende son iguales de importantes, pero, de todas las notas que presentan, en cuántas participaron?, en ninguna, el uso de los productores los libra de errores o noticias falsas, las conocidas Fakenews, entonces, el trabajo periodístico lo hace un productor X y el famoso solo relata con un acting que sea del agrado de la línea editorial, no se informa, se manipula.
Esto se comprueba con un sencillo ejercicio, se elige un programa de noticias y se anotan las informaciones que van dando, especialmente las alertas o último momento y comprobarán que en un mismo programa la noticia va cambiando, ellos dicen que es por el momento a momento, pero en realidad esos cambios van acompañados de falacias y mentiras que son guionadas según el minuto a minuto.
El mejor ejemplo son los canales de noticas permanentes, TN, Crónica que se lleva todos los premios a lo antiperiodístico, A24, C5N, pero si existe un lugar donde los grandes manipulan incluso mezclando noticias viejas con las actuales es en las redes sociales, ejemplo de los peores en redes son Clarín, TN e Infobae.
Por si fuera poco, muchos periodistas además de desinformar tienen una hipocresía que da asco, porque ellos o sus empresas de medios se vinculan a todo lo que el periodismo combatía, ejemplo el narcotráfico y las mafias de trata de personas.
En el extremo del ridículo, están los que se dicen periodistas y hacen militancia política, pero la culpa no es del chancho y así muchos tienen pautas que los periodistas no van a tener porque a nadie le interesa financiar la verdad sino que le pregunten a personajes como Lanata o Majul por dar dos ejemplos bien conocidos pero hay miles así, incluso en medios locales, donde esto se hace más evidente, los municipios deberían distribuir equitativamente la pauta y publicar los medios que integran la lista de proveedores, porque los vecinos tienen derecho a saber quién les informa y sacar sus propias conclusiones.
Así como se reclama que los que cortan reclamando pierdan sus planes sociales, más justo sería que los medios que mienten o publican noticias falsas pierdan la pauta, ejemplo Clarín, nos cuesta a los argentinos millones mensuales, aún así, mienten, operan y hasta se dan el lujo de despedir empleados mal pagos, pero claro, si tienen el poder de controlar magistrados y políticos, la impunidad tiene sus privilegios.
El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal. Esto decía Mariano Moreno.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw