Rubén «Cholo» García, es sin dudas un histórico dentro del mundo sindical de los trabajadores municipales y ha sabido ser más flexible que Oscar Tomás Ruggiero quien conduce la FSTMPBA (Federación de Sindicatos Trabajadores Municipales de la Provincia de Buenos Aires) , al tener una actitud más combativa y política que lo posicionó mucho mejor entre los trabajadores municipales.
El Cholo, ha sabido aggiornarse a los negocios más lucrativos del mercado, aprovechando los afiliados del STMA (Sindicato Trabajadores Municipales de Avellaneda) y la CTM (Confederación de Trabajadores Municipales), dejando en la conducción del STMA a su «invento» Hernán Doval, cuidando su quintita para impulsar otras agrupaciones aprovechando los recursos de la CTM, que al igual que el sindicato no son controlados por nadie que pueda objetar los gastos que realizan sus dirigentes.
Lejos de la asistencia real a los afiliados, incluso de las prestaciones en salud, García y otros dirigentes sindicales se han preocupado en ingresar en las discusiones políticas donde existan fondos para repartir, así incluso algunos de los miembros del secretariado general son accionistas de financieras que realizan prestamos personales, obvio con una tasa de interés elevada y con una modalidad que los deja rehénes incluso de errores en los descuentos que se realizan directamente sobre los haberes.
Ahora, con la excusa de que el Gobierno Nacional destina partidas para asistir a los empleados municipales, pero que sin ninguna otra prueba que su opinión, considera que ese dinero no se destina a los sueldos y eso podría generar demoras en los sueldos de los empleados municipales, considerando que se debe darle participación en una mesa de diálogo o negociación a él en representación de los trabajadores.
Un extracto de las declaraciones de García:
García destacó que «el gobierno no envía la plata de forma directa a cada trabajador municipal, como ocurre en el sector privado, porque no existe una mesa de discusión como un Consejo Nacional, y de allí la propuesta para su creación».
El dirigente, quien representa a unos 600 mil trabajadores municipales de todo el país, añadió que, de forma independiente a las autonomías de municipios y provincias, «esa centralidad determinaría un lineamiento a nivel nacional».
En ese contexto, el histórico sindicalista denunció la existencia de «un maldito combo» de reducciones salariales y despidos en los gobiernos locales -de todas las banderías políticas-, lo que viola «el decreto presidencial que los prohíbe».
«Se trata de una práctica desleal de los intendentes esa política de bajar salarios en un momento en el que los gremios tienen dificultades para movilizarse», consideró el referente sindical, quien también reveló que en la mayoría de las comunas hay «un permanente fraude laboral», ya que «se contrata a monotributistas sin ningún derecho y, luego, son cesanteados, en lugar de tomar personal municipal».
García concluyó afirmando que «ese fraude permitió que en la provincia de Buenos Aires se fundiese el Instituto de Previsión Social (IPS), porque los monotributistas no abonan aportes y también pierden con las bonificaciones no remunerativas al cobrar el aguinaldo, que se aplica sobre el básico».
La realidad que preocupa a García es que ante la realidad, los bajos sueldos y una medicina que cada día es más cara, por los gastos para cumplir los protocolos de atención, volverán a quedar en deuda con los prestadores como tantas veces y serán los afiliados los perjudicados, eso sí, reducir gastos innecesarios generados por García y su entorno no es algo que evalúan, García habla de no tener banderías y quizás así intenta hacer olvidar que coqueteo con CAMBIEMOS, que fue funcional a muchos de los que en política intentaron perjudicar la gestión de intendentes alineados al peronismo, incluso otorgando pautas del STMA y la CTM para sumar dinero a seudoperiodistas que suelen inventar noticias contra Ferraresi y el peronismo por dar un ejemplo de quien estamos describiendo.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
