Al igual que el presidente, sus ministros, secretarios y los secretarios de estos, la libertaria Vilma Facunda Bedia nombro en su despacho de la Cámara Alta a toda su familia. A pesar de la campaña de La Libertad Avanza contra la casta, la legisladora jujeña contrató en su oficina a sus tres hijos, su nuera, su hermano, su sobrina y su cuñada.
Pastora evangélica y profesora en su provincia natal, Bedia les consiguió a su hijo Joel Benjamín Mamani un puesto de planta transitoria con categoría A3, por el que cobra alrededor de 700 mil pesos, y otro a José Jair Mamani, con una A1, cuyo ingreso está estipulado en 1,2 millones de pesos. Fuentes territoriales incluyen en la planta de empleados colados por la senadora a su hijo Pablo pero no aparece en los registros públicos de la web del Congreso.
Bedia también hizo ingresar a sus hermanos Juan Carlos, pastor y presidente de la Fundación Emanuel, y Ricardo, miembro de la misma entidad. Ambos accedieron a una categoría A1.
La fundación es definida por los Bedia como una ONG «cristiana» y ha promovido «seminarios de higiene mental».
Albert Bedia, otro hermano suyo, se incorporó como asesor pero le dieron una categoría A3. Sin embargo, esos nombres no figuran en la planilla publicada en la página oficial del Senado.
En Jujuy, comentan que también su cuñada Nélida, pareja de Juan Carlos Bedia, forma parte del equipo de la legisladora. Según dirigentes de esa jurisdicción, es masoterapeuta.
El mismo núcleo familiar habría logrado una yapa: la hija de ambos y sobrina de la pastora, Damaris, es otra de las empleadas que aportaría el clan. En tanto, el hijo varón y sobrino de la libertaria, Jonatan, es otro que formaría parte del plantel. Sus amigos dicen que es buen DJ.
Daiana Ester Llanes es otra de sus sobrinas y figura como planta transitoria con categoría A3.
La senadora contrató incluso a su nuera, Mirta Araceli Silisque. En su caso, se benefició con una de las categorías más bajas del despacho: A8.
El rumor más inquietante para la pequeña empresa familiar de Bedia es que algunos de sus empleados de mayor confianza también serían beneficiarios del programa Potenciar Trabajo. El margen para cobrar un salario del Senado al mismo tiempo que se percibe un plan del ex Ministerio de Desarrollo Social sería que la actualización de los registros del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS) demora entre 5 y 6 meses. Durante ese lapso, habría puntos ciegos para el control y la transparencia estatal, alegan en la Cámara Alta.
Se supo que los nombramientos con sueldos de hasta 200 mil pesos, no integran las listas públicas de empleados.
Desde El Sindical, hemos realizado un pedido de informes a la secretaria de la presidencia del Senado justamente por la falta de cumplimiento de varios legisladores en lo que a presentación de las Declaraciones Juradas Patrimoniales, que la no presentación implica un delito penal, pero luego de días para responder deslindaron la respuesta en la Oficina Anticorrupción y esta última al ser consultada aseguró que es un tema del Senado, es decir, los legisladores violan con impunidad la Ley y los encargados del control se pasan la pelota uno al otro.
El descargo de José Abner Mamani
El fotógrafo José Abner Mamani fue designado con un cargo en el Senado como asesor de la senadora Bedia, recibiendo un sueldo considerable que superaría el millón de pesos. Estas prácticas generaron controversia y han puesto en duda los principios de transparencia y meritocracia que el partido libertario pretende representar.
En medio de estas circunstancias, el hijo de la senadora, a través de sus redes sociales públicas, compartió un mensaje que llamó la atención: «Quiero agradecer a todas las personas que se tomaron un minuto para enviarme su apoyo y palabras muy lindas que me levantaron bastante el ánimo. Uno por más que se crea fuerte, estas cosas dañan y si no estoy preparado o con gente que me apoye podría terminar bastante mal. Les agradezco, me da muchísima fuerza para seguir y pelear realmente por hacer el cambio cultural en nuestra provincia. Sabemos que va a ser una pelea dura, tenemos a lo peor de la política en frente, pero no vamos a bajar los brazos. De paso también voy sabiendo con qué personas cuento, quiénes están apoyándome, quiénes están ahora que necesito ánimos. Está bueno depurar gente. Gracias y ya saben que sigo siendo el mismo de siempre, saben dónde encontrarme si necesitan hablar conmigo. Saludos».