Algunos se horrorizaran por el título, cuando lo que debe horrorizarnos es la saga de asesinatos de mujeres, que no cesa, que se multiplica no solo en número sino en modo, pues la crueldad y el desprecio hacia el género es alarmante! En nuestro País el índice trepa al ritmo de una especie de acostumbramiento de la sociedad, a leer en las noticias que una nena fue asesinada y tirada en la basura (Ángeles Rawson), que una mujer fue matada a golpes y arrojada a un pozo ciego (Susana Leiva), que otra fue prendida fuego (Wanda Taddei) y sigue en la mira de asesinos y violentos, LA MUJER.
Hay distintas formas de agresión,pero el mayor numero de casos es intrafamiliar, incluso la ley penal ha sido modificada por esta tendencia cuasi epidémica, agravando el delito de homicidio cuando es cometido por el cónyuge o pareja de una mujer, pero aún falta hacer la prevención en el recorrido previo al fatal desenlace.
Aún está sola la mujer que sufre el grito, el golpe, la humillación, la dominación, la descalificación, la manipulación, no hay todavía y a pesar de la ley de violencia familiar, de las comisarías de la mujer, etc, un mecanismo óptimo que las ayude A SALIR DE ESA VIOLENCIA.
El hombre violento, generalmente tiene dos caras, una es la que muestra a la sociedad, y la otra es la que exterioriza y descarga brutalmente entre 4 paredes sobre la mujer Este individuo, es correcto en el trabajo, generalmente es simpático o pasa inadvertido.
Esa es la primer valla que debe trasponer la víctima, “convencer” al entorno que ese mismo hombre, es quien la somete.
El medio, la familia, minimiza el relato de la mujer con este tipo de frases: – Un cachetazo lo liga todo el mundo – Si te grita debe estar nervioso – No le hagas la contra – Y vos que le habías hecho? – Exageras, viste mucha televisión – La vida no es color de rosa – Vos, también lo provocas.
Así la víctima es revictimizada ante estas respuestas, no encuentra apoyo, ni contención y lo peor es que empieza a creer que ella es culpable, o que merece ese maltrato y se resigna, baja los brazos.
Si es golpeada, tiene más chances que le crean, debe hacer la denuncia y debe estar acompañada por familiaries o amigos para resistir el proceso legal y judicial posterior
El camino que no es fácil, pero que es el obligatorio, el que la salve posiblemente de morir (así de grave es). Lo ideal es que ante la primer agresión, se haga la denuncia, se ponga limite y distancia con el agresor.
Identificar las formas de la violencia en sus albores, es un punto a favor, repasemos algunas señales que indican cuando se está ante un VIOLENTO:
-Si te aparta de tu familia y amigas.
-Si te empieza a controlar los horarios.
-Si no quiere que trabajes fuera de casa.
-Si te pide que no te arregles, maquilles o vistas bien (para él todo es provocativo).
-Si se pone celoso de todo, hasta de lo que no existió.
-Si comenzás a tenerle miedo.
-Si tenés relaciones sexuales con él para que no se enoje.
-Si te amenaza.
-Si su insulto más frecuente es PUTA.
El camino es salir de esa relación, buscar ayuda legal y familiar urgente.
Dra. Valeria Carreras