Sebastián Vinagre, Damián Paz y los simuladores de Avellaneda

Acelerando con la campaña política de caras al 2023, los referentes de Juntos por el Cambio no paran de hacer publicidad de sus rostros que aunque no los beneficia en lo estético, es mucho más que lo que pueden proponer cuando sobran las promesas, falta inteligencia y no hay propuestas.

Desde sus redes sociales, el impresentable de Damián Paz, fue muy acotado en sus dichos: Estamos para escuchar , y estamos para proponer. Para cada barrio de la ciudad hay una propuesta viable con la seguridad como eje . Somos #LaFuerzaDelCambio

Ya sin entrar en un profundo análisis, podemos decir que comienzan mintiendo y subestimando a los vecinos, porque lejos están de ser un CAMBIO, hace muchos años que Damián Paz vive de la política sin tener méritos para mostrar sino los enumeraría todos con orgullo, por eso cuando dejó su banca de concejal en Avellaneda, se fue a pasear por el Ministerio de Seguridad de la Nación, donde su mayor esfuerzo y riesgo fue salir a TIMBREAR por Wilde para hacer campaña, para María Eugenia Vidal, por eso no es extraño que ahora «juegue» para apoyar la presencia de Patricia Bullrich quien lo tuvo como un «ñoqui» en el ministerio.

Por el lado de Sebastián Vinagre poco hay para agregar a todo lo que de él se sabe, incluso los rumores sobre la escribanía familiar son ciertos en la mayoría de los casos que circulan como un run run por el ambiente judicial.

Sería gracioso si no fuera que la complicidad con ciertos delitos terminan costando vidas de ciudadanos, su slogan de tener una propuesta VIABLE con la seguridad como eje. Tanto Vinagre como varios de sus colaboradores miran para otro lado en lugares donde se sabe se dedican a la venta de drogas y bebidas alcohólicas a los mismos delincuentes que luego asaltan a los vecinos, o existe alguien inteligente que crea que un desempleado o «planero» como ellos los llaman puede sostener su vicio, cuando el que trabaja no puede comprar ni un kilo de pan.

Las cosas como son, dejen de mentir, hagan propuestas no digan que las tienen.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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