Rusia: Al menos 37 muertos y 65 heridos en dos atentados en el metro de Moscú

Al menos 37 personas murieron en los dos atentados suicidas cometidos este lunes en dos estaciones del metro, donde fueron hallados restos de los cuerpos de las mujeres kamikazes, indicó un portavoz del comité de investigación de la fiscalía de Moscú.

«Veinticuatro personas murieron y 17 fueron heridas en la explosión de la estación Lubianka. En la estación Park Kultury, 12 personas murieron y 15 resultaron heridas», dijo el portavoz Vladimir Markin.

En la Plaza Lubianka tiene su sede el FSB, sucesor del KGB soviético, que en ese edificio interrogaba y eliminaba a los disidentes y personas caídas en desgracia durante las purgas de la era soviética.

«En Park Kultury, según los datos preliminares, se trataba de una mujer kamikaze. Según los fragmentos del cuerpo, que están siendo examinados, el explosivo estaba colocado al nivel de la cintura. La situación es la misma en Lubianka», dijo Markin.

«Por el momento no recibimos ninguna llamada de reivindicación», declaró Markin, quien agregó que la policía había sido puesta en estado de alerta.

El jefe de los servicios de inteligencia rusos FSB, Alexandre Bortnikov, afirmó que los atentados fueron muy probablemente perpetrados por «grupos terroristas» vinculados a los insurgentes del Cáucaso. «Según la versión preliminar, los atentados fueron cometidos por grupos terroristas vinculados a la región del Cáucaso Norte. Privilegiamos esta versión», declaró Bortnikov, citado por las agencias de noticias rusas.

Los servicios de inteligencia rusos creen que las mujeres kamikaze que se hicieron estallar en el metro moscovita eran originarias de esa región, una parte de Rusia mayoritariamente musulmana, escenario de una violenta insurgencia en los últimos años, agregó Bortnikov.

Por otra parte, la policía busca a dos mujeres que acompañaron a las kamikazes hasta el metro, indicaron fuentes de los servicios de seguridad. «Después de mirar los vídeos de las cámaras de seguridad, hay indicios de que dos mujeres acompañaron a las kamikazes hasta la entrada del metro. Están siendo buscadas», dijo Markin.

«La política de represión del terror y de lucha contra el terrorismo continuará. Proseguiremos con las operaciones contra los terroristas sin vacilación y hasta el final», afirmó el presidente ruso, dimitri Medvedev, citado por las agencias de noticias rusas, durante una reunión de emergencia convocada tras los atentados. En la misma reunión, Medvedev ordenó reforzar de forma «significativa» la seguridad en los transportes públicos de todo el país.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, de viaje oficial en Karsnoiarsk, Siberia, «recibe informaciones detalladas de las fuerzas del orden y de los servicios sociales sobre la ayuda a las víctimas», dijo su portavoz, Dmitri Peskov.

En la Plaza Lubianka, sobrevolada por un helicóptero, en medio de decenas de camiones de color anaranjado y rojo, numerosos supervivientes del atentado telefoneaban a sus familiares para tranquilizarlos.

«Se puede partir del principio de que el explosivo estaba atado al cuerpo», dijo el fiscal de Moscú, Iuri Siomin, al referirse al atentado en la estación Lubianka. «Un escenario similar» se registró en la segunda explosión, ocurrida en la estación Park Kultury, agregó el fiscal.

Moscú ha registrado en los últimos diez años una serie de explosiones mortales reivindicadas por militantes de la causa chechena -una república del Cáucaso-, pero en los últimos tiempos los atentados han sido menos frecuentes.

El último atentado en el metro de Moscú se produjo el 6 de febrero de 2004, entre las estaciones de Avtozavodskaia y Pavelestakia, con un balance de más de 41 muertos y 250 heridos.

Las autoras del atentado podrían estar vinculadas a cuestiones relacionadas con el Cáucaso Norte, señaló el analista Alexei Makarkin, del Centro de Tecnologías Políticas de Moscú.

En los últimos meses, las fuerzas rusas han multiplicado las operaciones militares contra rebeldes islamistas en el Cáucaso Norte, matando a muchos de sus dirigentes.

«Esos atentados terroristas son de la misma categoría que el atentado del Nevsky Express (que mató a 28 personas el año pasado en un tren), dijo Makarkin. «Es un desafío a las autoridades, ya que el FSB está cerca de la estación Lubianka. Quieren intimidar a la gente y mostrar que los terroristas tienen mucho poder», agregó el analista.

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