Rubén Conde hasta su participación en lo que es Juntos por el Cambio era un concejal de Avellaneda con trayectoria política, sin destacar por explosivas declaraciones pero con coherencia en su trabajo legislativo, podríamos definirlo como un «moderado».
Con la necesidad de disputarle poder a Jorge Ferraresi, el PRO, Cambiemos y ahora Juntos por el Cambio, fue apelando a campañas políticas más fuertes, en ese rejunte de personajes y políticos no tardaron en llegar las peleas internas y en lugar de hacerse fuerte, se debilitaron con denuncias cruzadas, renuncias y alianzas nuevas con el oficialismo.
Quizás uno de los mejores ejemplos es el de Daniel García, que fue uno de los promotores del PRO en Avellaneda junto al ex concejal Beto Silva y luego terminó denunciando a los candidatos de Cambiemos, para negociar desde su monobanca en el HCD de Avellaneda, primero el cargo de Defensora del Pueblo para su esposa y luego en un enroque García dejó de ser concejal, cargo que ahora ocupa su esposa y él, sin título vinculado ser el actual Defensor del Pueblo de Avellaneda.
En su momento, García pedía a los vecinos datos sobre delitos en Avellaneda, prometía mejorar la seguridad y ocuparse de que se investigue, todo fue una gran mentira, ni él ni Silva hicieron una sola denuncia penal.
Ese aprovechamiento del miedo del vecino común, que no sabe cómo y dónde denunciar fue aprovechado también por Rubén Conde quien publicaba en su muro que estaban trabajando con Ritondo y Vidal para mejorar la seguridad en Avellaneda, acá Conde termina repitiendo la misma mentira de García y rifando una trayectoria política sin brillos pero sin manchas.
Conde no realizó una sola denuncia formal, con Cambiemos el delito en Avellaneda y la provincia de Buenos Aires fue escalando hasta tener record histórico de muertes diarias por distintos delitos y Patricia Bullrich se preocupaba más en maquillar algunos procedimientos que en controlar que se trabaje de verdad en prevenir y reprimir los delitos.
La gestión de Ritondo-Vidal fue de las peores en seguridad, con montajes para los medios de la destrucción de supuestos búnker de drogas, donde una casilla de chapa oxidada se mostraba como un refugio narco, mostraba que se burlaban de los ciudadanos con la complicidad de los medios que pauta mediante se prestaban al circo político.
Personalmente me consta que Gerardo Milman en su cargo de secretario de seguridad interior, tercero de Patricia Bullrich se negó a investigar delitos graves aduciendo que si existía complicidad de alguna fuerza de seguridad era difícil, entonces, ahora qué propuesta seria puede ofrecer?.
Ni Milman, ni Bullrich, ni Paz, ni Conde son creíbles, tuvieron la oportunidad de hacer la diferencia, no mejoraron nada en cuestión de seguridad, al contrario, todo fue peor, ahora se suben al caballito de la inseguridad con mentiras, con promesas de esas que no cumplieron cuando eran gobierno, las van a cumplir ahora?.
Conde recibió duros comentarios en su publicación, pero no acusó recibo, tal vez por eso de que «No hay peor ciego que el que no quiere ver».
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
