La Cámara Federal consideró que la venta de copias de CD en las calles no atenta contra la ley de marcas ni la propiedad intelectual, debido a que es necesario un «engaño sobre el consumidor», y que las copias «burdas» del caso no pretendían pasar por originales.
La Sala I de la Cámara Federal porteña consideró que la venta de CD «piratas» en las calles no afecta las bases de la ley de Marcas ni la que protege a los legítimos titulares de los derechos de propiedad intelectual, en la medida en que requiere «un engaño sobre el consumidor» para que exista el perjuicio.
En el fallo, los camaristas destacaron que la falsificación era tan evidente que mostraba «la calidad -burda- de las láminas identificatorias de los mismos», por lo que no afectarían las leyes mencionadas.
Sin embargo, la decisión deja abierta la posibilidad de que exista algún tipo de delito, que debe ser investigado por la justicia federal.
De este modo, los jueces Eduardo Freiler, Eduardo Farah y Jorge Ballestero resolvieron que la causa debía continuar ante el fuero ordinario.
Ante esta resolución que en principio parece tomada de los pelos, diferentes músicos, ya anuncían que de esta manera los han condenado a todos a desaparecer.
