Pinamar: Sirenazo 61 en el municipio de un intendente que se esconde y sirenazo 66 en el edificio Positive Tower 3 & 4

En Pinamar, los involucrados en la política, la economía y los negocios, intentan «acomodar» sus posiciones y limpiar su imagen, ya que la férrea lucha de Carina Zabala, la madre que reclama justicia por la muerte de su hijo, va creciendo no solo en empatía por su casusa, sino que es un caso testigo de referencia sobre la corrupción.

Hasta la muerte de Fausto Maldonado, las autoridades de Pinamar pudieron controlar cientos de escándalos policiales, lo que permitió que el lugar sea uno de los elegidos por los que necesitan invertir para lavar dinero, las cosas hay que decirlas como son, curiosamente, la justicia federal de la zona y la justicia local, parecen estar más entretenidos en actividades sociales o académicas que en honrar sus cargos públicos.

En esas actividades sociales, se mezclan y mucho, los intereses profesionales, personales y la devolución de «favores», lo llamativo es que dentro de ese entramado de corrupción, ya las reuniones no se dan en alejados lugares, ahora los «negocios» lícitos e ilícitos se hacen a la vista de todos, con impunidad y hasta en lugares impensados años atrás como es el estrecho vínculo de personajes que aparecen vinculados a denuncias resonantes y que caminan por los pasillos de la UADE, se reúnen en su bar a tomar un café o son elegidos para los premios Pinamar Business Awards.

Es por eso, que la estrategia de organizar reuniones, inventar premios o vincularse en un espacio universitario, no tiene otro fin que ocultar detrás de esa imagen de exitosos, la más oscura y rancia corrupción que envenena las instituciones locales, privando a los vecinos de Pinamar de las garantías básicas de un Estado de Derecho.

Aunque no lo dicen, sus actos lo demuestran, el lugar está marcando muy bien las diferencias sociales, para los poderosos, los ricos todo, impunidad garantizada, un lugar soñado para los negocios y las imágenes, para los trabajadores sometimiento, conformarse con lo que le pagan, pero eso sí, el municipio mientras da beneficios a los empresarios, impone a los ciudadanos las tarifas más caras en algunos casos del país, como por ejemplo el costo del boleto del transporte público, la tarifa vial y los impuestos municipales. Es decir, prefieren recaudar con los trabajadores y dejar que los empresarios tengan sus fiestas de lujo con lo que ahorran en Pinamar.

Carina Zabala, realizó el sirenazo N° 61 frente al Municipio de Pinamar, donde a la fecha, el intendente Juan Manuel Ibarguren, demostrando ser un mal político y una peor persona, nunca se reunió con la madre que reclama justicia para por lo menos intentar explicar el rol del municipio en la falta de controles a los obras, eso sí, parece que tiene tiempo de reunirse con la UOCRA, la otra involucrada en la falta de controles y que quedo expuesta al no fiscalizar, pero sus miembros se fotografían alegres con empresarios imputados por homicidio culposo al no cumplir con las normas de seguridad de los trabajadores de la construcción.

Iván Renkine y Gustavo Mari los infames empresarios

En su sirenazo N° 66 Frente al edificio Positive Towern3 & 4, lugar donde en su interior murió Fausto Maldonado por si alguien no lo recuerdo o no lo sabe, Carina Zabala, informó a sus seguidores y vecinos de Pinamar, de la extensión de la medida CAUTELAR, solicitado por los dos empresarios Iván Renkine y Gustavo Mari, con el asesoramiento letrado de un personaje como lo es Faustino Linares, quien tiene poca capacidad jurídica en su redacción, pero una enorme capacidad para realizar un guion dramático en el que sus clientes, son las víctimas temerosas de un megáfono que amplifica la voz de una mujer que ellos no quieren oír, tal vez porque ellos son de tapar sus malos actos, como lo hicieron con la muerte de Fausto donde si no fuera por su madre reclamando justicia, cualquier inversor compraría sin saber que ese lugar tan coqueto está manchado con sangre y lo que es peor con injusticia.

De yapa para mostrar la impunidad y la falta de controles, el responsable de la seguridad e higiene de la obra el Licenciado Rubén Coniglio, al momento de la muerte de Fausto Maldonado no se encontraba matriculada en el colegio provincial de la profesión.

El rol del Juzgado de Paz de Pinamar a cargo de la abogada Silvia Adriana Guglielmetti, es indignante y patético, inclinando la balanza en favor de los imputados penales con la única intención de limitar el reclamo de justicia de una madre a la que todos los días le falta su hijo, solo quienes conocen la inmensa dimensión de una AUSENCIA saben que nada la llena y esa falta de respeto por el dolor es un acto temerario porque la vida puede cambiar en un segundo para cualquiera.

Hoy la lucha por Justicia de Carina Zabala es la lucha de los que no tienen voz, porque Pinamar lleva años de injusticias acalladas por el poder, por el miedo, por el no confiar en las instituciones, en los medios de prensa que salvo pocas excepciones cuidan más la pauta que al vecino y esto lo aclaro porque hay quienes se animan a honrar la búsqueda de la verdad, será cuestión de que caminen todos juntos, por la justicia, por la verdad, por la memoria y porque la dignidad.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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