Mónica Litza, otra funcionaria que no funciona

Mónica Litza es actualmente la vicepresidenta del directorio del Correo Argentino, institucionalmente es la responsable de lo que se denomina «Transparecia» y Responsable Institucional de Acceso a la Información Pública, secundada por la Responsable de Gestión de Acceso a la Información Pública: Lic. Laura Feser.

Hasta aquí es la información que brinda al público en general el portal de Correo Argentino, pero en la practica ni Mónica Litza, ni Laura Feser cumplen sus funciones, funciones por las cuales se les paga un sueldo.

Si hay algo que se puede destacar en Mónica Litza es que se adapta a donde sea con tal de estar dentro de la política, sin necesidades económicas que pudieran justificar esa necesidad de vivir del Estado, ha pasado por distintos cargos y se podría decir que tiene una fuerte seducción por el poder más que otras necesidades.

En ese ejercicio del poder que tienen los cargos directivos, viene el combo de la presencia en los medios, algunas personas son noticia por elegancia o belleza y otras por administrar poder y es donde muchos y muchas suelen quedar rehenes de sus palabras, más allá que se sabe que los políticos prometen mucho y cumplen poco.

Lo que dijo y no cumplió

A poco de asumir, Mónica Litza en una entrevista dijo lo siguiente:

“hay mucho trabajo para hacer” en la empresa cuya titular es la ex La Cámpora Vanesa Piesciorovski, debido a que esta empresa “tiene que recuperar el rol social que había perdido durante la gestión de Cambiemos”.

“para el Correo no es negocio en lo económico, pero sí en lo social, porque presta un servicio”, que tiene que ver con “apuntalar desde lo social y desde lo empresarial”. “Ese es el desafío más grande que tiene el Correo hoy”

“Cambiemos llevó el tema de la empresa al Estado, puso CEOS de empresas importantes”

A la fecha y con tiempo suficiente para cambiar y mejorar ese rol social, nada ha cambiado, Mónica Litza demuestra que es una buena política para las entrevistas pero una pésima funcionaria si no es capaz de por lo menos hacer que su área de competencia funcione correctamente.

El Correo Argentino no brinda la información que se le requiere, sino que simplemente se ocupa de derivar las consultas a un formulario que no contiene nada que ver con lo que se le requiere.

Desde lo social la cosa se agrava y mucho, son varias las quejas y denuncias respecto a una metodología de empleados del Correo Argentino de rechazar el envío de Telegramas Ley 23.789, limitando solo según ellos al envío de empleado/empleador, cuando existe una resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación que extiende el alcance del beneficio al trabajador para todas las comunicaciones en demanda laboral incluida La Carta Documento.

Es decir, Mónica Litza como vicepresidenta avala una metodología que no es correcta, el Correo Argentino incumple con su rol social, incumple con la resolución y con la Ley, además de que cuando se les solicita informen los motivos por los cuales actúan de esta forma, nadie, ni Litza ni Laura Feser se hacen cargo.

Desde el Ministerio de Trabajo confirmaron que no existe una excusa para que el Correo Argentino se niegue a recibir los telegramas de los trabajadores que se encuentran litigando justamente por las graves deficiencias del Estado en tutelar muchos de los derechos de los trabajadores, como ser el trabajo resgistrado.

Mónica Litza es abogada, es empresaria y es política, tal vez debería definir prioridades y pensar si aporta algo a la sociedad su presencia en el poder, porque funcionarios que no funcionan sobran.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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