Magdalena Sierra y el verso político

Magdalena Ada María Sierra, con CUIT -27-17902521-9, es la Jefa de Gabinete de Secretarios del municipio de Avellaneda y la persona que conduce la municipalidad, ya que Alejo Chornobroff solo presta su cara y no toma decisiones sin que tengan el visto bueno de Jorge Ferraresi o Magdalena, así de mal está la conducción del municipio, pero todos se hacen los distraídos, incluida la oposición ridícula que tiene su propia interna.

En Avellaneda todo es relato, pero en la practica pocas cosas funcionan bien, desde la creciente y preocupante inseguridad al cumplimiento de las restricciones que nunca se cumplieron en el partido, es un caos el tránsito vehicular donde los camiones circulan por calles prohibidas, en cualquier horario y el resultado son frentes agrietados, calles rotas, sumado al hecho de que empresas como COSUGAS rompen calles y veredas que demoran meses en reparar con todos los perjuicios que tienen los vecinos.

Las redes sociales están llenas de reclamos de vecinos que rompen sus autos, sus llantas y cubiertas, pero el intendente insiste en romper calles que no necesitan reparaciones y no hacer las cosas necesarias.

Por si fuera poco, Magdalena Sierra hace campaña para su candidatura con los recursos del municipio y reparte junto a Chornobroff cheques para clubes de barrio que no son otra cosa que sedes políticas, en algunos casos lugares que generan el repudio de los vecinos que a la fecha denuncian que les usurparon el club del barrio y ahora lo usan para recitales donde se cobra entrada, sin reunir las condiciones necesarias para esos eventos, como es el caso del Club hoy denominado Centro Cultural Juana Azurduy de Gerli donde hoy hizo base un movimiento político nuevo denominado «organización venceremos» que tiene como líder a Sebastián Vidal, un ex jugador oriundo de Lanús y que hoy es el secretario de deportes del municipio de Avellaneda, es decir, los subsidios se los otorgan de una forma irregular y que es contraria a las políticas de transparencia y en este caso sumamos la incompatibilidad de un funcionario que se auto beneficia.

Pasó por el centro de vacunación Casa del Bicentenario en la calle Palaá donde destacó el sistema, pero se nota que su visita fue breve porque son cientos los vecinos que debieron esperar porque otorgaron turnos de más en un mismo horario y muchos se quejaron del calor dentro del edificio, que al parecer no cuenta con la ventilación que recomiendan los profesionales de la salud para prevenir contagios.

Más aún, la señora Magdalena, que sí se reúne con las vecinas del barrio Quinta Galli para asegurarles que tendrán seguridad reforzada, pero nunca se reunió con los vecinos que no son millonarios y que dependen del Estado para tratar el tema que tanto les preocupa y es que no les roben o los maten cuando salen de sus casas, especialmente en los horarios que deben concurrir a las paradas de colectivos donde son robados, Magdalena prefiere abundar en recursos de seguridad a gente que se mueve en auto y está menos expuesta a los robos.

En una muestra evidente de que no le importan los reclamos de los vecinos, ni las marchas o los cientos de grupos que piden seguridad, se fotografía para la política con los dos máximos responsables de la inseguridad, Mónica Ghirelly Marcelo Rey, afirmando sin vergüenza que junto a los jefes policiales locales trataron el tema de mejorar la seguridad, debe ser un chiste y de mal gusto, porque si hay algo que destaca a los jefes policiales de Avellaneda es la baja estadística respecto del resto de los policías que cumplen funciones en Lanús, Quilmes, linderos a Avellaneda, las diferencias son abismales, aún con reclamos de vecinos y robos que se cometen, Avellaneda está mucho peor en productividad policial que el resto.

Las motivos del bajo nivel de productividad tiene sus orígenes en una mala conducción policial, varios de los jefes tienen sumarios e investigaciones pendientes, el Polo Judicial de Avellaneda tiene fiscales más militantes que funcionarios apegados a su trabajo y el municipio es una caja de negociados y quintas por donde se mire.

Con este panorama, donde los responsables de poner orden, demoran las respuestas y su trabajo, como es el caso del Fiscal General del Departamento Judicial Avellaneda-Lanús, que a la fecha no ha querido explicar cuáles son los lineamientos de trabajo de los fiscales, los abusos en las excarcelaciones que se otorgan a los delincuentes que ya tienen más de 10 causas por delitos penales y el eterno problema de que no funciona como debería la justicia de responsabilidad juvenil, pero de eso tampoco el municipio se ocupa de reunirse y buscar una forma de que los vecinos no sientan que al poco trabajo policial se suma la puerta giratoria con conocidos delincuentes.

Nadie les pide mano dura, pero cuesta creer en la inteligencia de los funcionarios judiciales que liberan una y otra vez a delincuentes que reinciden en horas, sobran ejemplos de motochorros liberados un día a la tarde y al otro día a la mañana vuelven a ser aprehendidos robando en motos robados y solo se los procesa con una tentativa y un encubrimiento, así no existe seguridad jurídica para nadie de bien.

Le reconozco a la señora Magdalena Sierra una gran dedicación a la militancia y la política, tiene todo para ser una líder, aún con las limitaciones que ha mostrado, pero si su camino es la mentira va mal, no todos los vecinos son fanáticos de una seudo política de izquierda o popular y hasta en eso les miente cuando se reúne con señoras ricas, pero no lo hace con el vecino que vive de su sueldo y es muy perjudicado cuando lo asaltan, esos vecinos no tienen seguros que les cubran sus bienes y no está mal que usted sea amplia, está mal que no lo sea.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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