LILIANA ANGELA MATOZZO, ¿ES O SE HACE?

Por estos días se encuentra circulando una burda publicación que solo tiene por finalidad difamar y confundir a los incautos bajo una pseudo defensa del catolicismo y el nacionalismo.

La autoría de la publicación está firmada por José M. Sarto, un ignoto nacional socialista que se arroga la defensa del catolicismo bajo sus propios códigos y sin ningún tipo de autoridad eclesiástica que lo avale en sus numerosos artículos que suelen adolecer de un total desconocimiento del catolicismo y sus normas canónicas.

El riesgo de este tipo de “personajes” y especialmente de sus publicaciones, radica en que escriben con la seguridad del que se muestra como conocedor de una Ley suprema y por ello dueño de la moral más absoluta, siempre bajo sus propias reglas y excepciones.

Semejante conducta mística u oportunista, ha generado a los personajes más peligrosos que nos haya dado la historia de la humanidad, siempre que alguien se consideró por encima de los demás, y en pos de ello, actuó en política manipulando los discursos, recurriendo al nacionalismo o el fanatismo, se han perdido miles y hasta millones de vidas.

Cuando alguien utiliza los medios de comunicación, como lo son las redes virtuales y las comunidades virtuales, debe considerar que su opinión estará disponible para cualquiera que tenga acceso y eso, debería ser suficiente motivo para que al opinar, lo hiciera con responsabilidad, es decir, sus artículos, opiniones o difusión de los mismos deberían tener la suficiente entidad como para respetar el honor y especialmente la condición de persona del otro.

La libertad de expresión no es un derecho que se iguale con la impunidad ante la ofensa, de hecho, un buen católico apostólico y romano debería guardar respecto hacia su prójimo, “amarás a tu prójimo, como a tú mismo”. Esta frase que debe ser recordada a cada instante, y si así fuera, muchas discusiones se evitarían.

Esto es muy importante, porque si alguien dice defender el catolicismo debería hacerlo en la forma que Cristo nos enseñó, no es por medio de la violencia verbal, escrita o física como se es testigo y especialmente referente de una religión, sino que “por sus actos seréis reconocidos”.

Con todo esto no intento dar una clase de religión católica, sino que creo que este artículo está dirigido a un grupo de lectores que deben saber muy bien de que estoy hablando. 

LA NOTA INFAME 

   El artículo comienza haciendo una advertencia popular, que más se asemeja a los dichos de los que perseguían a los cristianos que a la correcta utilización de los recursos gramaticales que debería tener un verdadero católico que imita a Cristo. “Hermanos Católicos la Matozzo nos engrupió a todos”.

Continúa con una acusación sin fundamentos a la Doctora en Derecho, de “infiltrarse” en grupos Católicos (sí con mayúsculas y con un error anterior). Es muy difícil acusar tan ligeramente a una persona sin parecer un “paranoico”. Liliana Ángela Matozzo es una reconocida abogada de la zona norte, que ha escrito infinidad de trabajos sobre distintos temas relacionados a los valores y la vida. Tiene una extensa trayectoria profesional y una activa participación católica. En el año 1994 fue asesora de la Conferencia Episcopal, presidió la Comisión Nacional de Biociencia y DDHH (94-96), fue Delegada Oficial del Gobierno en la Conferencia Mundial de Población de la ONU (94), fue Delegada de Pastoral Familiar del Cono Sur en varias oportunidades, ha redactado innumerables proyectos de ley para diferentes legisladores, todos dirigidos a “proteger y mejorar la vida de las personas”, y varias de nuestras fuentes nos han ratificado acerca de su interés en temas sensibles tanto sociales como religiosos. Por lo que parece insensato señalar como “infiltrado” a una persona que tiene mucho tiempo y horas de trabajo con grupos católicos.

Señala el autor JOSE M. SARTO, también que en el año 2009 “no escatimó oportunidad para aliarse a la transexual Mariela Muñoz (a quien llama Mariel en su nota) demostrando no saber ni siquiera correctamente a quienes se está refiriendo”.

Una vez más se devela por la tendenciosa redacción, que el único objetivo es la difamación, ya que omite mencionar que Mariela Muñoz, fue candidata en el año 2003 por el PJ, y curiosamente no hay mención alguna sobre sus otros compañeros de fórmula. En el 2009 integró el Partido Renovador, y no son los candidatos de los pesos de Muñoz o Matozzo quienes definen las candidaturas y las confecciones de las listas. Cualquiera que haya participado en política sabe muy bien, que las listas se arman mediante acuerdos con agrupaciones, partidos o personas de “peso”. La imágen que utilizó el autor de la nota, es una prueba irrefutable de que no puede probar lo que dice, es decir, debió recurrir a dos imágenes distintas y montarlas una junto a la otra.

Igualmente, es irrelevante si la Dra. Matozzo acepta compartir o no una lista con una persona transexual, (esto  para que se entienda que poco tiene que ver con ser un buen o mal católico).

En el mundo existen diversidades, y cada sector tiene derecho de ser representado, de ahí a que uno comparta la sexualidad, la forma de vida o los proyectos en un 100% con otro es un disparate. Para participar en una lista de candidatos, se exigen requisitos que nada tienen que ver con la intimidad sexual de las personas.

Integrar una lista con una persona transexual no significa que uno lo erija como ejemplo, o que se convierta en “pro-transexual” (como la han denominado a la Dra. Matozzo en esa nota infame).

La verdadera definición de los legisladores, es la de “representantes”, no la de “ejemplo a seguir o imitar”, y existiendo un alto porcentaje de personas homosexuales, transexuales, gays o lesbianas, es ilógico pensar en un partido político serio sin representantes de género, condición o minorías.

Con esto creo que es más que evidente la estrechez mental de alguien que acusa por el simple hecho de acusar, y de quien debo pensar, margina, discrimina y difunde, solo con el intento de desacreditar y ganar un espacio político de la forma más sencilla, apelando al vedetismo mediático, curioso ¿no?, alguien que detesta a los homosexuales se cuelga las plumas y sale a generar polémica cual Zulma Lobato con el único fin de generar prensa, pero sin un contenido profundo, y haciendo imputaciones por demás antojadizas y falsas.

El respeto a las minorías no es solo una cuestión política, tiene también su origen en la historia misma del catolicismo, de los primeros mártires y el perdón mismo a las vidas cuestionadas moralmente viene del mismo Cristo en el ejemplo de María Magdalena.

Lo que sigue en el escrito es más de lo mismo. Ante la falta de argumentos, se exalta el ego personal de quienes se creen dueños y únicos defensores de la fe católica y del nacionalismo, tratando de llevar agua para su molino y se acusa públicamente a la Dra. Matozzo de ser “pro-transexual” y “transar” con la comunidad homosexual. La “transa” no es una modalidad acostumbrada por la Dra. Matozzo.

Estos nacionalistas católicos, en cambio no han cuestionado que la Sra. Cecilia Pando haya intentado “transar” (usando su lenguaje) con Eduardo Duhalde y Chicho Basile en el CON VOS BUENOS AIRES (agrupación que intentó competir en las anteriores elecciones, y que no pudo hacerlo porque les anularon las boletas). Chicho Basile, tiene varios boliches en la zona sur. Eva Gatica (entre otras cosas, altamente cuestionada por acosar a sus empleados cuando ejercía la función pública) y Cumbio, formaban parte de esa agrupación. Y sin embargo, salió en todos los diarios que estaba tratando de integrar esa lista para la elección.

Quién designó a la Dra. Matozzo como Asesora de la Conferencia Episcopal en 1994, fue el mismísimo Mons. Juan Carlos Maccarone (del que todos conocieron su fin después que ejerció el Arzobispado en Santiago del Estero). A nadie se le ocurriría tachar de “traidor” a cuanto obispo, seminarista, o cualquiera, haya estado cerca de Maccarone los años anteriores, entre ellos, autoridades actuales de la Universidad Católica Argentina.

Mientras tanto, Mons. Aguer, actual Arzobispo de La Plata, llevó en mano al Vaticano en 1994 una aclaración importantísima que la Dra. Matozzo hizo sobre el concepto de “cigoto” en la Instrucción Donum Vitae.

A nadie se le ocurrió acusar de traidora y de violar preceptos de la fe católica a la Dra. Matozzo después del suceso de Santiago del Estero, lo que deja en claro, los oportunismos políticos de gente de baja estofa-

Lo dicho, solo intenta, a vuelo de pájaro, dejar a la vista, que cada persona responde únicamente por sus actos, y no por lo que imaginan los demás.

Páginas como la expuesta y escritos tan vulgares, son los que han hecho que la gente se vuelque a grupos de personas más tolerantes y coherentes. La propia Iglesia ha mantenido y mantiene reuniones con diversos cultos y comunidades en la búsqueda de adecuar las disposiciones católicas y no seguir perdiendo fieles. Alguien con criterio ¿podría seguir a un personaje que discrimina?, ¿Qué escribe sin estar informado y haciendo imputaciones falsas? ¿Qué difama por diversión, por no tener nada que hacer (ha enviado la nota a todos los contactos del Facebook de la Dra. Matozzo, pero fueron innumerables las muestras de solidaridad que ha recibido)?

 

CONCLUSIÓN

Con la Dra. Liliana Ángela Matozzo, me une una relación de conocimiento profesional, existe un respeto de mi persona hacia la suya por la coherencia de sus acciones y por sus trabajos. Esto no es un impedimento para que muchas veces no esté enfrentado ideológicamente en temas jurídicos, sociales o políticos. Pero, sí me consta que es una persona íntegra, con una honestidad moral pocas veces vista hoy, y como católico y caballero no puedo consentir, que alguien ataque su persona y peor aún cuestione sus condiciones morales y católicas.

No es de caballero difamar a una señora, no es de católico mentir, envidiar, desear el mal y mucho menos tener actitudes reñidas con lo que Cristo nos enseñó, y es ver a Cristo en el otro.

Por suerte el tiempo siempre nos demuestra si el camino elegido es el correcto, la Dra. Matozzo, como yo, como muchos, no es ni parecida a la persona que se describe en la nota.

Personalmente repudio esta nota, y digo personalmente, porque no voy a invitar como este sujeto a otros a seguirme porque yo lo digo, cada uno sabrá qué hacer con su conciencia.

Adhiero también a cualquier acción administrativa y jurídica por discriminación y apología del delito contra el autor y quienes manifiesten con comentarios similares a lo escrito por SARTO.

Respeto y defiendo la libertad de opinión, pero este tipo de notas escatológicas, no deberían pasar de ser líneas de un cuaderno sostenido por su autor sobre un inodoro, donde algunos suelen sentirse por encima del resto.

Después de todo, “el que este libre de pecado, que arroje la primera piedra”…

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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