Le desvalijan la casa y denuncian falta de seguridad

Dos asaltantes armados desvalijaron hoy una casa del barrio porteño de Barracas, donde mantuvieron encerrados en una habitación durante casi dos horas a la propietaria de la vivienda y a sus dos jóvenes hijos mientras saqueaban el inmueble, informaron fuentes policiales.

En tanto, las víctimas denunciaron la ausencia de agentes de Prefectura Naval Argentina (PNA), designados por la Nación para brindar mayor seguridad en la zona -jurisdicción de la comisaría 30-, y se quejaron por el escaso alumbrado público de ese sector del barrio.

El episodio comenzó a las 03:30 hs. de la madrugada, cuando dos delincuentes armados, uno de ellos encapuchado, irrumpieron en una casa de la calle California 2538, luego de haberse deslizado por el techo de la vivienda.

Los maleantes encañonaron a las tres personas que estaban en la casa: una mujer con su hija de 23 años y su hijo de 25. Luego, los ladrones obligaron a las víctimas a entregarles una cifra de pesos y dólares que no fue especificada por los voceros policiales.

Los delincuentes de inmediato condujeron a la mujer y a sus hijos a una habitación, donde ataron a las víctimas de pies y manos, para dejarlos luego encerrados en ese sector de la casa.

Los ladrones cargaron en tres grandes bolsos teléfonos celulares, computadoras portátiles y perfumes, entre otros objetos, y huyeron cerca de las 5.30. Tras ello la mujer y sus hijos se liberaran de las ataduras.

Fuentes de la policía revelaron que antes de fugar de la vivienda los maleantes intimidaron a sus víctimas nuevamente y las amenazaron con golpearlas para que no gritaran. «Agradezcan que no los tratamos mal», le dijo uno de los ladrones a la familia antes de escapar con todo lo robado, según denunció la dueña de casa ante los investigadores del caso.

«Yo abrí la persiana y empecé a gritar para que llamaran a la Prefectura», dijo Olga, la mujer a cargo de la familia, en diálogo con el canal de cable C5N, al relatar el momento en el que, junto a sus hijos, logró desatarse de las ligaduras. Olga se lamentó: «Hace tres años falleció mi marido y teníamos muchas cosas».

La mujer completó: «Se llevaron los equipos de Boca (Juniors) de mi hijo, una netbook, perfumes, mis cosas; pero lo que más me duele es que se llevaron la medalla de mi marido». «Mi hijo salió corriendo para ver si encontraban a la Prefectura», enfatizó al referirse al momento en el que lograron liberarse de las ataduras.

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