A un mes del crimen de Santiago Didiano, un hombre de 83 años asesinado en una entradera en Lanús, la familia exige que se encuentre a los responsables del delito y espera los resultados de unas pericias. El hecho ocurrió el 19 de noviembre último en Manuel Ocampo al 700. 

Daniela Didiano, hija del jubilado, aseguró: “Pedimos que se haga justicia y se los encuentre porque hay indicios para investigar aún. No se llevaron nada pero quedó ADN de los responsables en las uñas de mi papá supuestamente”. 

Se estima que son tres los hombres que ingresaron aquel día al domicilio del jubilado y los familiares, luego de un mes, esperan las pericias de los restos que quedaron en las manos de la víctima. 

“De las huellas en el domicilio solo cuatro coinciden con nosotros que somos la familia, hay otras tres que no pueden ser identificadas porque suponen que son de ellos al parecer”, afirmó. 

Según lo relatado, Santiago se intentó defender de los golpes y del robo, por eso quedaron algunos rastros de los delincuentes que ingresaron al domicilio. 

“En las cámaras salieron como agachados con la visera pero hay una aplicación que los identificaría según lo que explicó la fiscalía. Yo creo que está trabajando en el tema y creo que se hará justicia”, relató la hija de la víctima. 

En este marco, la familia también esperaba que los vecinos de la zona puedan aportar videos debido a que los responsables del crimen subieron al techo y se escaparon por la calle Maradona, ex Rio de Janeiro.

“Estamos esperando el resultado de los análisis que pueden ser o pueden no ser. Va lento la verdad pero veo que se están moviendo. Una vecina los vio cuando salían y también fue a declarar pero no se si podría reconocerlos”, contó la mujer. 

El hecho ocurrió el 19 de noviembre cuando Santiago regresó a su domicilio y se encontró con tres hombres que habían ingresado. Según la investigación, los delincuentes se llevaron 2500 pesos y golpearon en la cabeza a la víctima, lo que le provocó la muerte. Uno de los nietos de la víctima lo encontró tirado en el piso ya fallecido.