Kevingston y fiscal contra un delegado gremial y militante de la Alameda

KevingstonLa fiscal porteña Verónica Scanga quiere condenar sin pruebas a un delegado gremial de comercio para lograr lo que desde el 2009 intentan los dueños de Kevingston, el desafuero de Carlos Mercado (ver foto).

Tras el despido discriminatorio de un candidato a delegado de los Sterman, dueños de Kevingston, el resto de los representantes de los trabajadores de comercios se presentaron en la sucursal de Av. Santa Fe 1447, en el barrio de Recoleta, para pedir explicaciones a Javier Belfiori, supervisor de la sucursal. Éste esbirro de los Sterman negó a los representantes gremiales las explicaciones del despido poniéndose en una actitud sobradora y provocadora.    
                                                                        
    FOTO: Roberto Sterman
Al día siguiente los delegados gremiales de Comercio, entre ellos Carlos «Charly» Mercado, se presentaron otra vez en el local y fueron abordados por seguridad privada, una enorme cantidad de policias de la comisaría Nº 17 (denunciada por sus vínculos con la mafia) y hasta del entonces comisario Pereyra, asiduo visitante del local, que hace meses se encuentra en la comisaría Nº 1.
Sin mediar explicaciones sobre el despido, los hermanos Sterman inventaron una denuncia penal por amenazas contra Mercado.
    FOTO: La fiscal Scanga
Por ello que el delegado irá a juicio por pedido expreso de la titular de la «Unidad Fiscal F», ubicada en Berutti y Av. Coronel Diaz, a cargo de Andrea Verónica Scanga, un alfil del ex juez federal hoy ministro de (In)Seguridad de la Ciudad, Guillermo Montenegro.
La causa motorizada por la fiscal Scanga y Kevingston, que a través de su supervisor Belfiori, cuenta con el testimonio de 8 trabajadores de la sucursal, que no estuvieron presentes durante la supuesta amenaza y que encima declararon «haber visto una discusión por un despido entre el Delegado y el supervisor pero no poder asegurar dichos».
    FOTO: El supervisor Belfiori
La fiscal Scanga le hace el juego a los dueños de Kevingston que buscan hace años el desafuero del delegado Carlos Mercado, quien ha logrado organizar trabajadores, nuevos delegados y reivindicaciones postergadas por la empresa.
Kevingston nunca ha realizado los trámites por auditoria que realiza el INTI para corroborar que no utiliza mano de obra esclava en su cadena de producción o talleres clandestinos. Por el contrario el poder judicial de la Ciudad, y puntualmente la fiscal Scanga, sale a la caza de un delegado gremial sin pruebas pero de los miles de talleres ilegales no invierte su trabajo.
Los hermanos Sterman tiene un largo prontuario en persecucion sindical y laboral:     

En Septiembre del 2009 ya habian despedido al Delegado electo Carlos Mercado y luego tuvieron que reincorporarlo tras una resolución del Ministerio de Trabajo.   
                                                                                                                                                     
En 2013 es electo como Delegado Maximiliano Colombo, el cual automaticamente es suspendido por la patronal en la sucursal del Shopping Abasto, por reclamar que los trabajadores tengan un lugar para poder almorzar. A esto se le suman los maltratos constantes, los cuales empujan a los trabajadores a renuncias forzados o extensos tratamientos psicológico. Como uno de los ejemplos se somete a los vendedores a interrogatorios en los que les decían que habían sido vistos robando y que si no renunciaban les abrirían una denuncia por robo.
Fuente: La Alameda

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