José Luis Cabezas, un caso emblemático de la hipocresía periodística

Los años 90 fueron para la Argentina años de intensos excesos y ostentación de poder por parte de un grupo que contactos mediante buscaban engrosar sus patrimonios a como sea, ignotos operadores extranjeros ofreciendo inversiones millonarias con un gobierno el de Carlos Saúl Menem, que manoteaba todo lo que estaba a su alcance con tal de disfrutar del poder y de sus beneficios.

Luego de las graves crisis económicas de 1989, la llegada de la convertibilidad en 1991, o como se le decía el 1a 1, en los manuales de economía se dice que el país tuvo un crecimiento económico importante y la Argentina había restablecido y consolidado una estabilidad económica y política, algo muy tentador para todo tipo de inversores, incluso para los que lavan dinero, algo poco comentado por los expertos demostrando que la hipocresía y el silencio cómplice no se limita a un estamento sino que cruza transversalmente a la sociedad.

Los narcotraficantes no son los que en la Argentina nos quieren hacer creer un tipo generalmente adicto que mejoro su situación de marginalidad y ahora luce cadenas de oro y autos que llaman de «alta gama», los verdaderos narcotraficantes siempre buscaron y buscan invertir su dinero y si es en negocios lícitos mucho mejor, los negocios preferidos de los carteles son las inversiones inmobiliarias, sus bases de operaciones suelen estar distribuidas por el mundo en testaferros y los lugares preferidos de reuniones son los hoteles y los boliches, nada mejor que un hotel 5 estrellas para no ser molestado ni observados por miradas indiscretas, si Puerto Madero hablará diría alguna vieja de barrio.

La movida conocida por los medios grandes y a veces por algunos medios locales, tenía varios pasos, la reunión, el acuerdo de impunidad y el más importante, la distribución, desde los 90 en adelante cada vez que se hablo de narcotráfico siempre se dijo que Argentina era un país de paso, una verdad a menos que medias, porque una parte pasaba, pero mucha circulaba y se distribuía. La Costa siempre fue un lugar donde con el verano la movida era intensa, tan así que las avionetas no alcanzaban y se recurrió a empresas de líneas de pasajeros públicas para moverla.

El negocio era muy tentador el 1 a 1, de quienes participaron de los negocios les permitió inversiones seguras porque la convertibilidad hacia que esos millones en peso se depositen en el exterior en dólares, por eso resulta ingenuo cuando se habla del dinero en el exterior como solo una fuga de divisas y no se investigue el origen de esos fondos.

Muchos periodistas sabían que en boliches, hoteles y fiestas especialmente en La Costa, solían cerrarse «negocios» que se celebraban con puros, whisky y mujeres cuando menores mucho mejor, de esas reuniones participaron empresarios, magistrados, políticos y sindicalistas que se sumaron por ser de sectores vinculados al transporte en todos los rubros, muchos de los apellidos son reconocidos, respetados y hasta suelen opinar sobre economía y causas de las crisis en la Argentina.

Hoy he leído por ahí que alguien al recordar a José Luis Cabezas criticaba al periodismo por su silencio, menos a la gente de Noticias que siempre pidieron justicia y lucharon por recordar a Cabezas, bien, mi opinión es totalmente contraria.

Las sociedades suelen ser manipuladas por los medios no solo por lo que algunos dicen periodismo mercenario, sino más bien por un grupo de medios que controlan las editoriales, omitir esto es ser ignorante de que los medios fueron desapareciendo como espacios de trabajo de periodistas para pasar a ser empresas que contratan comunicadores y los tocan con la «varita» o dedo y lo venden como un «reconocido periodista», es muy sencillo, que alguien me diga de los actuales «prestigiosos periodistas» cuáles han hecho una investigación periodística, así se construye un relato que distorsiona la realidad, el mejor ejemplo que uno suele leer entre los que compran cualquier noticia es «yo le creo a Eduardo Feinmann, porque le dieron el premio al mejor periodista», bueno, digamos que Eduardo no solo no investiga, sino que tiene el record de Fake News, a ese personaje premiaron los que controlan los medios.

Así, Noticias, con el resultado del terrible asesinato de José Luis Cabezas, a la fecha no ha contado todo lo que se sabía, nos contaron un «cuentito» bastante inocente si se lo analiza de que había un hombre bueno Cabezas y un hombre malo Yabrán, que lo mandó a matar por tomarle fotos y que ahora la gente lo iba a conocer.

Digo, se puede ser tan estúpido de creer semejante incoherencia, exponer a Yabrán en una tapa le cambiaba la vida a él o a Doña Rosa?, en los ámbitos de fiestas y reuniones era conocido, como tantos otros que la gente común no conoce ni conocerá pero la cosa no pasa por la foto, sino por la intencionalidad con qué se usa la foto.

Para operar en las sombras se necesita el anonimato, lo que no implica que lo que ocurrió fue el producto de un hombre malo y enojado por una foto, sino por la intención con la que se publico la foto y en eso Noticias no era ni ingenuo ni inocente, como se suele hacer, los que controlan los medios suelen usar esos medios para lo que se dice «operaciones de prensa».

El asesinato de Cabezas es mucho más que lo que nos vendieron durante años como un intento de silenciar a la prensa, porque nada se dijo en este caso como en tantos otros de líneas de investigación más serias que justificaran no solo la forma de la muerte sino el mensaje que esa muerte enviaba porque no fue realizado por inexpertos ni fue la obra de algo no planeado.

Tampoco nunca ahondaron en una seguidilla que comenzó en los 90 con asesinatos violentos, con sello mafioso, donde los nombres vinculados se repiten, pero esa línea de causalidad no despertó la curiosidad periodística de los grandes medios.

Entonces, muerto el perro, ¿se terminó la rabia?, no, los sectores de disputa y los escándalos siguieron y eso que solo conocemos lo que no se pudo tapar, pero hay mucha agua que corrió y corre por los negocios de los que nadie habla.

Desde 1988/1989, los más resonantes casos de narcotráfico «Anchoas», «Langostino», «Merluza Blanca» y los que van en esa línea, se repiten nombres y apellidos, incluso aportando dinero a campañas políticas, incluso de los que dicen haber combatido el narcotráfico pero están pegados a esos apellidos y su dinero.

El mismo documental de José Luis Cabezas, «el cartero y el fotógrafo» Producido por Vanessa Ragone y dirigido por Alejandro Hartmann, desvirtúa los hechos y los presenta de una manera que personalmente considero ofensiva a la memoria de Cabezas, al poner a Eduardo Duhalde en un personaje que hasta parece involucrado y parte de los que buscaron justicia, nada más alejado de la realidad, salvo que alguien crea que Duhalde era un títere y que no sabía lo que pasaba en La Costa, reitero, vean las fechas y saquen sus conclusiones.

John Arroyave Arias un narco colombiano, tiene actividad registrada en la Argentina desde 1998, involucrado en varias causas resonantes, su última participación fue en por septiembre del 2017, cuando volvió a quedar detenido por operaciones que nunca dejó de tener con empresarios, políticos y hasta jugadores de fútbol, en un allanamiento realizado en el conocido Café de los Angelitos, no voy a detallar todos los nombres porque ya lo he hecho oportunamente, pero demuestra que el lavado de dinero goza de muy buena salud e impunidad y que la propia DEA desde 1987 opera en el país en las sombras y sin que cambia nada.

José Luis Cabezas no tuvo justicia, el silencio y la mentira son cómplices, no se lava la conciencia promoviendo actos de memoria ni haciendo un marketing para distraer la mirada de algo que anunciaba en su muerte el comienzo de una Argentina desangrada por la corrupción y la impunidad.

22 de abril de 1994, asesinan a Leopoldo «Poli» Armentano, conocido como «el Rey de la Noche» su última cena la compartió con uno de los secretarios del presidente Carlos Saúl Menem y Guillermo Coppola.

15 de marzo de 1995, muere Carlos Menem junior, hijo del entonces presidente Carlos Saúl Menem en un controversial accidente de helicóptero que generó feroces acusaciones de su madre Zulema Yoma que entendía fue un atentado en venganza a Menem padre.

06 de noviembre de 1996, se produce un hecho policial inédito por el resultado y el desarrollo del mismo, un grupo de delincuentes luego de un raid delictivo intentan asaltar el centro de logística de la empresa Andreani en Avellaneda con el resultado de 9 muertos entre los que se encontraba un rehén, al que la policía en un principio acusó de ser un delincuente fuertemente armado y motivó el pase a retiro del jefe policial que mintió.

25 de enero de 1997, es asesinado José Luis Cabezas, luego de haber estado en la mega fiesta de cumpleaños del empresario Oscar Andreani y más de 200 invitados.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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