El presidente de la Nación Javier Milei, sigue con su conducta de adolescente rebelde y olvidando que es un Jefe de Estado, continúa con sus formas provocadoras (obvio con una gran custodia) y además imita a Mauricio Macri en burlarse de quienes los insultan saludando y sonriendo.
La gran diferencia es que Milei, tiene un record nada apreciable, ser el único presidente que en menos de una semana donde es visto lo insultan, al parecer, las medidas, sus funcionarios y sus burlas lo hacen caer en picada respecto de su imagen positiva y casi no hay relación entre quienes aún apoyan su breve gestión y ese 56% que lo voto, en política se traduce como una enorme pérdida de legitimidad ante el Pueblo, por más que él se ría de manera imprudente.
Llego a la Bombonera con una fuerte custodia, que además estreno «el maletín» de seguridad presidencia, lo que evidencia de que Milei sonríe, pero tiene miedo, quizás por eso de que él ahora es parte de la casta y entonces es lógico con su pensamiento, LA CASTA TIENE MIEDO.
Voto en la mesa 19 pasadas las 10:00 hs, cumpliendo con su mentor y jefe político Mauricio Macri, quien encontró en Milei a su mejor empleado fiel, en los años de política, nadie había sido tan obediente con Macri ni tan eficiente.
Tras la rauda salida de Milei, los socios de Boca comenzaron a cantar «El club es de los socios…», grito de guerra en medio de la polémica por el debate alrededor del ingreso de las SAD (las Sociedades Anónimas Deportivas) al fútbol argentino, donde se sabe hay un negocio millonario en el que viene trabajando desde hace años Macri, que pretende dejar el club en manos de empresas de Qatar a cambio de millones de dólares.
Lo curioso es que varios medios borraron de sus sitios el video de Milei insultado y Clarín si bien no lo hizo hay una incoherencia entre el video y el relato de la nota, donde intenta minimizar lo que ocurrió y es justamente que Milei, agotó en menos de una semana de gobierno el período de aceptación que tienen los presidentes, mantiene un núcleo duro, pero son más los que repudian sus medidas y sin eufemismos lo acusan de fraude, mentiroso y oportunista.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
