Iñaki Gutiérrez, ¿»el Tomasito» de Milei?

El débil gobierno que encabeza Javier Mieli, sigue sin poder justificar muchas de las medidas que pretende llevar adelante, pero principalmente tiene serias dificultades para justificar las mentiras de campaña, especialmente las que corresponden exclusivamente a medidas administrativas que no requieren aprobación de otro poder.

El mejor ejemplo de la arbitrariedad y discrecionalidad es el caso de Iñaki Gutiérrez, un seudo influencer de las redes que se hizo conocido por militar al PRO, persiguiendo a Mauricio Macri y Patricia Bullrich para obtener una foto y luego generar historias apoyando el partido, esto hasta la irrupción de Javier Milei que le dio como a muchos un protagonismo en la militancia de La Libertad Avanza y eso se pagó con un cargo público, primera contradicción de Javier Milei que pregonaba el ACHIQUE del Estado y la idoneidad para permanecer en el cargo, otra mentira ya que designó a su hermana Karina tarotista a cargo de la secretaría general, es decir ni empleada, sino jefa con sueldo de ministro, rara su visión de ahorrar.

Si bien cumplió en parte con «la gilada libertaria» al no renovar contratos del 2023 y otros despidos en la administración por achique, la realidad es que las vacantes nuevas se cubrieron en lugar de que representen un achique como promocionaba.

Iñaki se dedicó a ir a los medios a discutir de temas que no conoce y a desacreditar las criticas contra Milei como si estuviera en las redes sociales donde cualquiera dice cualquier cosa y es solo cuestión de respaldarse en otros que terminan apoyando no por los fundamentos sino por simpatía y en eso Iñaki representa el sueño de muchos «liberrtarios» resentidos por la vida que les toca padecer sintiéndose «superiores» no en lo estético porque muchos de estos son lo más parecido a los nerds de las películas que se refugian en estudiar abstraídos de la realidad, juntándose con otros similares que se disfrazan para ser héroes al tener alguna habilidad, situación que aplica al propio Javier Milei y Lilia Lemoine en sus años de cosplayer.

Así Iñaki se mostraba en las redes como un joven exitoso, estudiando dos carreras universitarias y con una novia con los estándares de la estética, un héroe para el resto que solo se disfrazan para tener algún contacto de vida social real.

El premio como ya mencioné fue un cargo importante con un sueldo acorde y responsabilidades que no son menores, porque en el mundo los políticos se han volcado a la política en redes sociales, un medio fuerte para llegar a las masas y desde donde se puede monitorear mejor que en los medios de comunicación los impactos y reacciones de los usuarios, sumado a la información que las empresas como Meta venden donde está toda la actividad personal incluyendo la privada.

Milei gritaba contra los empleados políticos, los que fueron puestos a dedo, sin capacidad, sin idoneidad y prometía rajar a los que no estuvieran a la altura, pero, cuando asumió, eso quedó en promesas incumplidas.

Iñaki Gutiérrez comete un primer y grave error cuando en medio de las primeras protestas y operativos antipiquetes, el presidente Javier Milei se trasladó al Departamento Central de Policía para supervisar la situación. Sin embargo, un hecho insólito quedó al descubierto a través de una foto publicada por Iñaki Gutiérrez, asesor de Comunicación de Milei, generando un revuelo en redes.

La imagen, que fue posteriormente eliminada, mostraba al presidente, su hermana Karina y la ministra de seguridad Patricia Bullrich. Lo llamativo fue un detalle en el escritorio de Milei: un papel con la contraseña del WiFi del Comando Unificado de Seguridad Federal. Aunque el tuit fue borrado, la información ya se había viralizado.

Lejos de reconocer algún error, Iñaki justificó el haber borrado la imagen en una cuestión estética, que no le gustaba como se veían las 3 cabezas, la realidad es que la foto original al hacer zoom, los usuarios descubrieron las claves que le imprimieron al presidente y que tiene delante de ella Karina Milei, cómplice involuntaria o no, de Iñaki, un error de este tipo donde se viola la seguridad nacional, en los EEUU se pena con prisión, el funcionario es desafectado y procesado, pero parece que lo que propone Milei es una cosa en el discurso o relato y otra es la realidad donde NO PASÓ NADA.

Al final, cuando sos funcionario con IMPUNIDAD, vas a seguir haciendo lo que se te canta a sabiendas que nadie te va a controlar o mucho menos sancionar, entonces en un exceso de soberbia, Iñaki, para deleite de los libertontos que lo adulan en las redes sociales, comparte una foto con su novia Eugenia Rolón que compartió en sus redes, pero esta vez la postea en las redes de Casa Rosada, sí, una acción que si la hubiera realizado el peronismo hubieran llovido denuncias judiciales, pedidos de informes y solicitudes de despido inmediato, lo que volvió a hacer Iñaki, fue minimizado desde el entorno presidencial al decir que fue un hecho menor.

La realidad es que no es un acto de un adolescente, sino de un funcionario, por lo cual, en su condición de funcionario lo que hizo está tipificado en el Código Penal y llama la atención que ningún magistrado lo notara y actuara de oficio, el delito es malversación de caudales, que engloba el uso personal de recursos del Estado, parece que esta vez, el activo y denunciador fiscal Carlos Stornelli, no se recuperó de los festejos y no es la primera vez que dependiendo de qué funcionario y partido sea, este cuestionado fiscal está ausente.

Si bien desde presidencia reconocieron a varios medios como Clarín, La Nación e Infobae que había un malestar con el trabajo de Iñaki por sus publicaciones sin pedir permiso, reconocen que el presidente Javier Milei tiene por él un aprecio personal que hace de escudo y a pesar de todas las macanas continúe con su cargo y sueldo, eso sí, afirman que limitaron su actividad a gestionar el Tik Tok del presidente, traducido, al empleado inútil, se lo premia con menos responsabilidades, pasando a ser una especie de ñoqui, todo lo que criticaba Milei, incluso la impunidad de Iñaki lo deja como un mentiroso en eso de que el que las hace las paga.

En las redes ya comenzaron a denominar a Iñaki como «el Tomasito de Milei» y la verdad es que hay una semejanza cuando alguien permite que un adolescente le domine los sentimientos, qué pensaran Karina y Fátima?

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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