Hoy se celebra el día de Iemanjá

Reina de las aguas, todos los 2 de febrero se homenajea a esta divinidad yoruba que llegó al continente americano protegiendo a las africanas esclavizadas-

Yorubas y orishas

Los yorubas son un pueblo que comparten una lengua en común, creencias y tradiciones espirituales. Las deidades yorubas se llaman orishas, y cada orisha tiene su leyenda y una función en el universo: son las divinidades del amor, del fuego, de la pesca, de la justicia, de la música, de la guerra, de la sabiduría, de la fertilidad.

«Nuestra creencia afirma la existencia de un solo Dios llamado Olodumare, único y creador de todo lo existente. Creemos en los Orishas representados en cada espacio de la naturaleza como la más pura manifestación de Dios en su divina creación, creemos que el hombre se desenvuelve en un campo de energías espirituales emanadas de él», describe Oluwo Leonardo G. Allegue Ifawoyemi Akinwande, Presidente y Líder religioso de A.S.R.A.U.

Producto del tráfico de esclavos, la cultura y religión Yoruba que se expandió fuera de África por el continente americano fue adoptando diferentes formas sincréticas. Cada culto a los orishas fue tomando las particularidades del lugar donde se asentaron los y las africanas.

Iemanja, la orisha femenina más importante de toda la religión, es venerada y nombrada de diferente manera en cada sitio. Yemanyá, Iemanja, Donha Janaína, Lemanjá, también encarna la figura de ser la virgen de los navegantes, la protectora del hogar, la diosa de la fertilidad o la madre de los peces.

«Para hablar de la religiosidad Afro-Umbandista sería inexcusable no hacer una breve reseña a la amnesia histórica sobre la llegada de la población africana esclavizada desde fines del Siglo XVI, y desaparecida u olvidada empíricamente para finales del siglo XX. Partiendo de esta base», explica Leonardo, «donde el común de la sociedad desconoce la presencia del africano en nuestro país, aún más complejo ha sido el proceso de visibilización de la afro-religiosidad».

En Argentina, las primeras manifestaciones afro-religiosas datan aproximadamente de fines de los años 60´s, provenientes de Brasil y Uruguay. Hace algunos años también llegaron otras corrientes religiosas de sustrato africano desde Cuba e inclusive también las oriundas de África. 

Fiesta a la Madre Orixá Iemanjá

Iemanja es un Orixá, una manifestación de la divina creación de Olodumare «Dios» – Iemanja no es una Diosa, es una divinidad, cuyo nombre originario en Yoruba es Yemoja, cuyo significado es «Madre de los peces o Madre cuyos hijos son los peces», es oriunda del Rio Ogún, el cual inicia en el estado de Oió y recorre todo el Estado de Ogún State, Nigeria, África).

Especialmente en nuestro país, Uruguay y Brasil, todos los días 2 de Febrero celebramos públicamente el día de nuestra Madre Iemanja, la divinidad protectora del mar y los navegantes. Por esta razón, la mayoría de los religiosos y creyentes afro-Umbandistas, rinden homenaje, agradecen y hacen sus pedidos a las orillas del mar o ríos. Ella representa el amor de una madre en su máxima expresión, protectora del Hogar y la familia, la fecundidad, fertilidad, embarazos, partos y niños recién nacidos.

Iemanjá en Buenos Aires

Las ofrendas, las flores, los cantos y los bailes son fundamentales para complacer a la divinidad. Como en tantos lugares de América, en la ciudad Quilmes, al pie del Río de La Plata, cuando cae el sol se le rinde culto. Vestidas de blanco, mujeres y hombre ingresan al río para dejar en las ofrendas, sus anhelos y deseos. Flores, perfumes, collares, monedas, se depositan en pequeñas barcazas que los creyentes construyen y lanzan a las aguas. Se cree que si la barcaza vuelve a la costa, es porque Iemanjá desoyó la súplica.

Las danzas, los tambores y las fogatas acompañan durante toda la noche. Cuando amanece, es hora de retirarse. Los creyentes caminan de espaldas, mirando, siempre mirando al mar.

Para los miembros de la Agrupación social, cultural, religiosa, africanista y Umbandista (ASRAU) Yemayá es el símbolo visible de la resistencia afrodescendiente que no abandonó sus creencias y espiritualidades.

«Reivindicar a Yemanyá es reivindicar a nuestros ancestros, sus luchas y sus dolores que quedaron en el mar», concluye Leonardo.

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