Entrevista al delegado Norberto Morón, en la puerta del corralón del municipio de Avellaneda, ubicado en la Av. Crisologo Larralde y Barceló, donde desde hace varios años se viene denunciando la precariedad laboral de empleados, tanto de la planta permanente, como contratados o ahora los cooperativistas.
La cruda realidad es que por las tareas a las que son enviados los empleados del lugar, es común que ocurran accidentes, riesgo que aumenta al no tener los mismos ninguna capacitación.
Resulta una gran contradicción que desde el oficialismo se jacten de haber dado trabajo a la gente, cuando no se respetan las condiciones mínimas de seguridad e higiene, cuando carecen de ART, o no se encuentran debidamente registrados.
Esta conducta ilegal del municipio viola los principios fundamentales del derecho laboral y ponen los recursos económicos en riesgo, ya que podrían ser muchas las demandas laborales, que debería enfrentar y abonar el municipio por estas acciones que parecen no ser fiscalizadas por el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.
A tal punto se ha llegado con esta metodología de trabajo, que el lugar es un polvorín, por un lado los trabajadores esperan que se tomen las medidas que establece la Ley desde el año 2007, cuando murió Luis Pons, por deficiencias en la seguridad e higiene, pero ni el sindicato de trabajadores municipales ha podido hacer que la situación de los trabajadores se regularice.
Se conocen por lo menos dos casos más de muertes producto de la precariedad laboral y la falta de seguridad, en el año 2011 muere mientras podaba un árbol el empleado Adrián González y en el 2012 Carlos Andrés González, es arrollado por un camión afectado a Obras y Servicios Públicos, que por falta de mantenimiento comienza a desplazarse aplastando al trabajador que se encontraba realizando tareas de mantenimiento en el denominado «Siete puentes».
Muchos de los trabajadores sienten miedo de poder brindar su testimonio en cámaras, son presionados, controlados y hasta amenazados como la denuncia que hiciera Juan Enríquez contra Jorge Boffetti, de Ejecución de Obras Públicas del Municipio de Avellaneda.
Hoy mientras realizabamos la entrevista pudimos ver en menos de una hora llegar a cuatro empleados con distintas lesiones, los que eran de planta permanente fueron derivados a la ART, el resto se tienen que atender en los hospitales públicos de la zona.
También pudimos ver como una camioneta, ajena al lugar, se retiraba con un importante bidón de combustilble lleno, y según dicen es habitual que esto pase en el lugar. El delegado incluso a pedido que retiren en contenedor de combustible por temor también a que se produzca una explosión, ya que no hay ningún sistema de prevención contra incendios.
Parece increíble que desde el 2007 ninguna de las autoridades se haya ocupado de la situación, que en todos estos años, hayan dejado a trabajadores con discapacidades librados a su suerte, que existiendo una delegación local del Ministerio de Trabajo no se hagan inspecciones, pero lo más indignante es que exista un intendente que asegura promover y defender los derechos humanos, que se diga peronista y tenga a los trabajadores en un estado de precariedad que afecta a sus familias.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
Agradecemos al periodista Marcelo Hawrylciw la pronta respuesta a nuestra solicitud de investigación y difusión de este tema, que no haya justicia en las instituciones y tan sensible a nuestra dignidad como trabajadores.
Trabajadores del corralón municipal de Avellaneda