El PRO encubre a sus funcionarios demostrando ser una mentira CAMBIEMOS

vinagre-y-lewicki  En una semana y días, el PRO fue noticia policial por la inconducta y los delitos cometidos por dos de sus cuadros, ambos funcionarios públicos, el primer hecho policial lo protagonizó el presidente de la juventud PRO Mauricio Colello, quien es además Secretario General del Ministerio del Interior que preside Rogelio Frigerio.

El joven funcionario haciendo mal uso de un vehículo oficial VW Vento de la flota del ministerio, embistió en un semáforo a un auto particular Peugeot 207 al que hizo volcar en la Av. Corrientes y Leandro N. Alem, resultando heridos sus dos ocupantes, luego del incidente intentó arrojar una botella de champagne a un contenedor de basura, pero fue visto por testigos y la policía tuvo que asentar la botella y un corcho encontrado en el interior del auto oficial en el acta, el corcho coincidía con la marca de la botella que intentó hacer desaparecer el funcionario.

Semejante acto de imprudencia y la posterior intención de esconder la botella, demuestran que lo que comenzó como un accidente, luego tuvo la intención deliberada de beneficiar su posición judicial frente a los daños y lesiones provocadas, de más está aclarar que el Ministerio del Interior deberá asumir las costas de las acciones de Mauricio Colello, incluyendo los gastos del vehículo oficial, con lo cual, debería sin más el funcionario ser despedido con causa y asumir los gastos con su liquidación que debe ser importante.

Ahora surgió un video donde se puede ver la conducta también criminal y despojada de toda culpa del concejal del PRO de Avellaneda Daniel Lewicki, quien además por su «pase» a las filas del PRO recibió de compensación el cargo de delegado del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, todo sumado a su cargo como secretario general del sindicato de guincheros, muchos cargos que vaya a saber uno en qué momentos les dedica su trabajo.

En el video se demora la marcha del auto de alta gama que manejaba el funcionarios el cual circulaba de contramano por la calle O´Birend hacia Salta en el barrio de Constitución, al ser detenida la marcha por personal policial, el político, presenta un alto grado de ebriedad, casi no se entienden sus dichos, se resiste a bajar del auto, se resiste a ser demorado y con amenazas e insultos se termina resistiendo al arresto, la noticia inmediatamente fue el comentario de miles de ciudadanos indignados, se esperaba una medida ejemplar de la gobernadora María Eugenia Vidal, pero por el momento, solo fue suspendido como delegado, lo que seguramente, una vez pase la noticia al olvido, retomará el cargo, idéntica protección y apoyo recibió de los integrantes de su espacio político en el HCD de Avellaneda, donde ni el presidente del bloque el polémico Sebastián Vinagre, ni Diego Adrián Malito se expidieron a la opinión pública.

La torpeza de Lewicki, reavivo la interna del PRO en el partido de Avellaneda y comenzaron los cruces entre los que responden a Daniel García, también concejal y los que responden a la diputada nacional Gladys González quien también se llamó a silencio.

Dos claros ejemplos de como el PRO, que tiene como baluarte el famoso CAMBIEMOS, demuestra que tiene un discurso en boca del presidente Mauricio Macri, de que se terminó la impunidad y la justicia debe ser para todos y otro puertas adentro que es apoyar a funcionarios que han demostrado un total desprecio por la vida ajena y llegado el momento se han querido aprovechar de su cargo que no es para garantizarles impunidad, sino para representar y defender los intereses de los ciudadanos, justamente todo lo contrario a lo que han hecho.

En un breve comunicado de prensa, hoy lunes 31 de octubre del 2016, el concejal Lewicki, pidió perdón por sus actos y que sepan aceptar sus disculpas, asegurando que el hombre aprende de sus errores, a esta altura resulta insuficiente sus dichos, debería dejar toda representación, debería también explicar si es que puede su crecimiento patrimonial y llevarse el cinismo a su casa.

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

 

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