Una banda de delincuentes que opera de forma organizada en la ciudad de Avellaneda, se hace pasar por empleados municipales engañando a vecinos y propietarios para terminar adueñándose de viviendas y locales comerciales en desuso.
Se trata de una banda de delincuentes altamente organizados que actúa de forma meticulosa bajo un doble modus operandi para conseguir tomar posesión ilegítima de viviendas y locales comerciales no habitados.
El Modus Operandi
Para lograr la usurpación de los inmuebles, los malhechores emplean un doble modus operandi, mediante el cual, tras localizar el objetivo, que puede ser tanto una vivienda recientemente deshabitada como un local comercial en desuso, de forma sistemática y sostenida, cometen actos bandálicos de diversa índole y tenor, tendientes a sembrar el miedo en los vecinos de las viviendas y comercios linderos, creando una clara sugestión con respecto al inmueble desocupado. Entre los actos bandálicos pueden observarse desde riñas callejeras simuladas hasta daños contra la propiedad, abandono de animales, hostigamiento y persecución psicológica, entre otros.
Por otro lado, tras unos meses de constantes y repetidos actos de bandalismos en los que muy probablemente se dediquen a observar los movimientos, horarios y rutinas habituales de los habitantes linderos al inmueble marcado como objetivo, se presentan en casa de los vecinos provistos de vestimenta de la Municipalidad de Avellaneda y planillas que aparentan ser padrones de catastro y, so pretexto de notificar «de palabra» supuestos juicios por deudas impositivas, recavan información sobre el paradero de los propietarios del inmueble en cuestión así como de los propios vecinos.
Una vez recavada la información pertinente y habiéndose asegurado que los propietarios legítimos del inmueble a ser usurpado no se encuentran en la zona, proceden a tomar posesión ilegítima del lugar identificándolo con carteles con los colores y formatos utilizados por la propia Municipalidad de Avellaneda.
¿Quiénes son estas personas?
Se trata de una red de crimales, cuya oraganización y meticulosidad sugiere que llevarían al menos un año cometiendo este tipo de hechos delictivos.
La edad de los sujetos que se presentan en las viviendas haciéndose pasar por notificadores de la Municipalidad de Avellaneda (se trata de masculinos de entre 60 y 70 años), el modo de actuar y proceder de los mismos (actúan de forma calmada brindando una aparente imagen de contención y humildad), la ausencia de remordimiento o sentiminto de culpa al ser abordados sobre los hechos sumados a las amenazas de muerte de tenor cuasi mafioso, sugieren que se trataría de personas con antecedentes por delitos menores como urtos y agresiones leves, hasta delitos graves más recientes como robo a mano armada u homicidios.
Si bien las «caras visibles» de esta red de criminales son, en primera instancia, las de dos hombres de entre 60 y 70 años, siendo el más joven de ellos de unos 60 años, 1.60 mts de estatura, tes trigueña, cabello oscuro canoso corto y alisado y contextura física robusta; y su compañero, de unos 70 años de edad, 1,80 mts de altura, tes trigueña, cabello oscuro peinado al costado con «gomina» y contextura física muy delgada, cabe sospechar que detrás de la organización habría personas más jóvenes posiblemente con acceso a material interno de la Municipalidad de Avellaneda.
¿Cómo actuar si sospecha estar siendo víctima de esta red de usuarpadores?
Es muy importante que los vecinos de Avellaneda que reciban la visita de un supuesto empleado de la Municipalidad de Avellaneda, le solicite una credencial. Esta gente no posee credenciales de la Municipalidad de Avellaneda pero sin embargo, podrían falsificarlas. Por lo tanto, se sugiere:
- Ante la más mínima sospecha, no abra la puerta y comuníquese al 911.
- Alerte a los vecinos de la zona. Cuanta más gente esté al tanto más se reducen los riesgos.
- No de ningún tipo de información. Si la Municipalidad necesita contactarse con usted, lo hará por las vías legales pero NO enviará a ningún empleado a su domicilio.
Si en su vecindario encontrase un cartel municipal, léalo detenidamente. Por lo general, los carteles falsos solo contienen palabras tendientes a confundirle (por ejemplo, pueden decir «ONG» pero no exponer la denominación social de la misma). Si sospecha de un cartel falso, denúncielo a la Municipalidad de Avellaneda o Delegación Municipal de su barrio.
Observaciones: las imágenes adjuntas corresponden a una usurpación que pudo ser frustrada con éxito en el momento en el que se estaba produciendo. Las mismas, han sido adjuntadas como prueba en una denuncia penal radicada en la Cría. 6ª de Avellaneda, el pasado de 16 de Junio de 2014.
