A falta de gestión para mostrar en los medios que reciben pauta de la Defensoría del Pueblo de Avellaneda, nada mejor que generar noticias pedorras para justificar el pago y que mejor que colgarse de las criticas al gobierno de Javier Milei y decir «vienen por todo, por el derecho a la salud también».
Vale recordarle a los vecinos de Avellaneda, que uno de los primeros en sumarse a La Libertad Avanza en Avellaneda fue el mismísimo Daniel García, enfrentado con los otros referentes, todos amigos de García que al igual que él fueron parte del PRO.
Que dijo «el loco» García:
El Defensor del Pueblo de Avellaneda, Daniel García, se manifestó respecto del DNU 70/23, que habilitaría, «de forma irresponsable, la venta y expendio de medicamentos denominados de venta libre, en quioscos, supermercados y de forma ambulante».
DanielGarcía señaló que, «si bien estos medicamentos no requieren prescripción médica, es necesario que la población que los consume cuente con la tranquilidad de saber que los mismos pasarán los controles y fiscalización necesaria, y esto solo puede estar dado por las farmacias».
El ombudsman recordó que «son las farmacias las que cuentan con profesionales con la idoneidad necesaria para garantizar al consumidor la calidad del fármaco, como así también la dispensa y preservación del mismo, ya que ante factores ambientales inadecuados tales como la humedad y temperatura se ven afectadas las propiedades de estos».
Parece que García hace muchos años no recorre Avellaneda, ya que muchos medicamentos de venta libre y otros que no, se comercializan en kioscos, supermercados chinos sin ningún tipo de control, con lo cual su opinión lo deja mal parado en ese aspecto.
Respecto de las farmacias en el partido, son cientos las que no tienen de manera física a un profesional con título habilitante, sino que son administradas por empleados, algunos con experiencia pero sin título habilitante como cree García.
Sería más sano que tanto García como Galetovich su adjunto se dediquen a trabajar por los vecinos, hay miles de reclamos que no son atendidos y bastante caro es mantener la Defensoría que tiene más empleados que los que podrían entrar si fueran todos a cumplir un horario.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw