Crimen de Rodrigo González: Por segunda vez postergan el juicio y crece el malestar de la familia

El juicio por el crimen de Rodrigo González, asesinado en Temperley, cuando estaba en un cumpleaños familiar, que debía comenzar este viernes en los Tribunales de Lomas de Zamora, quedó postergado por problemas de salud del abogado defensor. La familia de la víctima manifestó su bronca ante la situación y exigió una nueva fecha.

Si bien estaba previsto que la primera audiencia comenzara este viernes a las 9 horas, con Gabriel Castro como único imputado por el homicidio, todas las partes fueron notificadas de que el abogado particular Adrián Norberto Casal, está con hipertensión arterial y estrés y por ende, el inicio quedó suspendido.

Ante esta situación, los familiares de Rodrigo manifestaron su malestar al fiscal Hugo Carrión y luego hicieron lo mismo con el secretario del Tribunal. “Sentimos que nos están cargando”, expresaron.

Poco antes de las 12, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4, a cargo del debate oral y público, realizó la apertura del juicio para informar lo que se resolverá en los próximos días. Debido al tamaño de la sala sólo pudieron ingresar Florencia, la viuda de la víctima, y otro familiar.

¿Qué ocurrió en la sala de debate?

El secretario del TOC informó a las partes que este viernes a la mañana mediante presentación electrónica el defensor Adrián Norberto Casal informó que se encuentra con “una imposibilidad para asistir al debate porque tiene hipertensión arterial y estrés por lo que está medicado”. Según se informó, en el certificado médico que fue firmado por el Dr. Daniel Duarte, se aclara que el abogado “debe permanecer 30 días en reposo y realizarse un tratamiento”.

En ese contexto, el fiscal Hugo Carrión, aclaró que “no es la primera vez que el defensor argumenta problemas de salud” -la primera vez fue el 28 de junio último, es decir, un día antes del inicio del juicio- y, por otro lado, dijo que la petición fue negada por el Tribunal.

“El imputado está en estado de indefensión y esto no tiene fecha de resolución (el estado de salud del defensor) por lo que se seguirá dilatando el proceso”, señaló el fiscal.

Ante esta situación, el representante del Ministerio Público, explicó que solo hay dos posibilidades: Que se llegue a una condena mediante un juicio abreviado o que el proceso se realice en un juicio tradicional. “No habilito la posibilidad de un juicio abreviado”, indicó.

Luego solicitó que “por respeto a las víctimas es relevante que el debate se realice a la brevedad”.

Minutos después, los jueces, les preguntaron al imputado si desea continuar con su abogado. De lo contrario, tendrá que revocarse el cargo hasta que tenga otro representante o bien será reemplazado por un defensor oficial. “Él va a tener que presentarse para poder avanzar con el debate. El juicio no se puede demorar más”, expresaron.

Las palabras del acusado

Gabriel Castro, quien llega a juicio imputado de “robo agravado y homicidio criminis causa, ambos en tentativa, y homicidio agravado”, imputación que tiene una pena máxima de prisión perpetua, contó: “Ayer se comunicó (su abogado) y me hizo saber sobre su estado de salud, pero me dijo que la apertura se iba a realizar y que a la brevedad estaría presente”.

Tras los planteos, la audiencia pasó a un cuarto intermedio hasta que el Tribunal resuelva una nueva fecha.

El crimen

El hecho ocurrió el 17 de agosto de 2019, pasadas las 21, en Zuviría al 400, casi esquina Gral. Iriarte, Temperley. Rodrigo González estaba en una habitación de la casa mientras se festejaba un cumpleaños.

Minutos antes, un delincuente armado había intentado sustraer un vehículo sobre la calle Iriarte al 800 pero como se tiroteó y no pudo terminar de cometer el delito, junto a otro delincuente, fue hasta la vuelta, sobre Zuviría, donde vio que un hombre descendía de un vehículo e ingresaba a una casa.

Según la acusación, Castro pasó por el frente de esa vivienda y disparó en varias oportunidades contra ella. Uno de los balazos ingresó por la ventana e impactó en el pecho de González. El hombre de 35 años murió horas más tarde en Hospital Gandulfo, tras ser operado.

El delincuente, en tanto, continuó su raid delictivo, robó una camioneta a pocos metros y escapó. Castro fue detenido en la vivienda de sus padres en Isidro Casanova. Presentaba una herida compatible con la que los testigos vieron que tenía tras el tiroteo con el vecino de Temperley al que intentó robarle la camioneta. Además, se había cortado el pelo para no ser reconocido.

Las imágenes de cámara de seguridad de la zona fueron claves para reconocer a Castro y dar con el acusado de asesinar a Rodrigo González.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *