Por la Dra Liliana Angela Matozzo
Me dirijo a quien dirige el T.A.D., sistema de trámites a distancia del PODER EJECUTIVO NACIONAL.
En primer lugar, debo decir que el sistema es una medusa informática, por demás, burocrática, engorrosa, improductiva, complicada, sinuosa, espantosa en todo el sentido de la palabra.
No tiene un único ingreso para todos los trámites, y selección rápida de lo que el requirente busca.
Se pierde muchísimo tiempo para ingresar cada trámite.
Y por más simple que ese sea, después de pasar por todas las páginas web, y completar decenas de casilleros online, con información absolutamente innecesaria, porque a menudo, se limita a la presentación de un Oficio Judicial de una página, el sistema tira una decena de hojas, con números diferentes de identificación, en la que ninguna menciona la carátula completa del expte, ni el nombre del requirente, o dato alguno para identificarla fácilmente.
A esto, que ya nos llevó medio día de trabajo, hay que sumarle el improductivo e inútil, email que mandan con el enjundioso título de «NOTIFICACIONES», que tiene un link que conduce al MULTIVERSO DE LA NADA MISMA.
Nos obligan a navegar por todo el cyberespacio, ocupando las conexiones de Internet, recalentando satélites, contaminando el cyberespacio y el medio ambiente, generando cambio climático y geostorms.
Todo porque al cráneo que lo diseña y empaña cada día con «algún paso digital más», no se le ocurre enviar CORREOBOT, donde cada acto administrativo o novedad del expte, llegue en forma completa y autosuficiente al destinatario, sin necesidad de obligarlo a seguir perdiendo tiempo de su vida, linkeando y linkeando a la nada misma.
El sistema no es amigable, no es productivo, es burocrático, engorroso, UN BODOQUE DIGITAL QUE DA VERGUENZA AJENA.
¡Somos un zoológico en todo el sentido de la palabra!
Ningún funcionario público conoce el concepto de «ahorrar tiempo», de «autosuficiencia en las notificaciones», de «identificación rápida e inequívoca del trámite», etc.
No conocen el concepto de «TIME IS MONEY».
Por eso estamos condenados a ser pobres y miserables, porque los cargos públicos de jerarquía, importancia y responsabilidad, son «entregados como premio de militancia y acomodo», siempre.
Eso nos caracteriza y nos conduce a la extinción definitiva.
Nunca seremos Primer Mundo. Nos tendremos que conformar, con seguir navegando en la basura informática de la que nos llenan a diario, donde se nos va la vida, no producimos, no ganamos dinero, nos endeudamos constantemente, y Argentina desaparece.
El T.A.D. fue uno de los inventos más siniestros que han hecho en la Administración Pública Nacional.
El Gobierno debe tener un sistema informático, pero no obligar a los ciudadanos que lo usan, a estar esclavizados con él.
Somos ciudadanos, tributamos como en Suiza, y por ello merecemos que el Gobierno se preocupe por reducir el tiempo que nos obliga a estar online para hacer nuestro trabajo.
Necesitamos sistemas ágiles, amigables, autosuficientes, claros, concisos, prácticos, productivos.
¿Leyeron Sres. Funcionarios? Todo eso necesitamos. ¡Pónganse a trabajar Uds.!