Tras el reciente ataque a una médica kinesióloga, médicos y pacientes reiteraron su reclamo para buscar una “pronta solución al problema”. Según informaron, este tipo de episodios ocurren al menos dos veces a la semana y es un problema que “va más allá de las medidas de seguridad del Hospital”. Desde El Sindical, hemos adelantado la noticia que hoy se ha publicado en distintos medios.
El Hospital Presiente Perón de Avellaneda volvió a ser foco de un hecho delictivo, que movilizó a una gran cantidad de trabajadores del centro de salud y pacientes que se vieron afectados por el problema. Es que «los ataques son frecuentes» y ocurren «al menos dos veces por semana», según explicaron desde el hospital.
Dos delincuentes armados ingresaron el viernes de la semana pasada a la guardia y atacaron a una médica kinesióloga para quitarle las pertenencias. Según informaron, los asaltantes escaparon a los pocos minutos mientras que el personal de seguridad “los cascoteó”, a falta de otro instrumento de defensa.
Sin embargo, no fue el único hecho que ocurrió en el transcurso del mes. Un médico inmunólogo también fue interceptado por delincuentes en el estacionamiento del centro de salud para arrebatarle sus pertenencias. Y una enfermera sufrió una torcedura de tobillo tras un asalto en su puesto de trabajo.
Los episodios violentos con pacientes y otros médicos se repiten “casi constantemente” a manos de delincuentes que ingresan al centro de salud. Según explicaron, el sector más vulnerable es el de Guardia por el hecho de estar “más accesible” a los delincuentes.
Los trabajadores de la salud y otras personas afectadas por la ola de robos comenzaron a organizar asambleas para prever medidas para solucionar el problema. Se reunieron el lunes en el hospital para buscar una solución al problema, a pesar de las escasas expectativas que tienen sus integrantes respecto a la situación.
Según explicó el jefe del área de reumatología e integrante de la asamblea, Julio Gloazzo, solo se acordó esconder las pertenencias de todos los médicos para evitar que los asaltantes puedan arrebatar objetos de valor de las víctimas.
Luego de la movilización y protesta, los manifestantes denunciaron que solo se han dispuesto tres policías en la entrada del hospital. “En dos o tres semanas se van a retirar y la situación va a volver a ser la misma”, protestó el médico.
Aseguran que el personal de seguridad que “no está capacitado para controlar un hospital de casi una hectárea”. Gloazzo explicó que el personal “no sirve” para proteger a la gran cantidad de personas que concurren al Hospital.
“Los delincuentes descubrieron que el hospital es tierra de nadie porque no hay nadie capacitado para controlar los ataques a los médicos y a los pacientes”, denunció el médico. “A veces los cuidadores no tienen ni piedras para tirar cuando pasan estas cosas, es lo mismo que ponga a cualquier persona a vigilar que no esté preparada”, completó.
Sin embargo, Gloazzo señaló que la situación es “generalizada” y la delincuencia “está presente en todas partes”. A su vez, advirtió que la ola de robos “va a empeorar antes que mejorar” en los próximos meses y las medidas de seguridad “no van a alcanzar” para solucionar los futuros ataques.
