La policía de la comisaría 6ta de Avellaneda, llevaron a cabo dos allanamientos en la noche del día 9 de febrero en dos direcciones, una en la calle Acha 1723 de Gerli en el límite con Sarandí y Lanús, una zona complicada donde se refugian muchos de los motochorros que atacan en la zona de Gerli, en dicho domicilio no se encontró el celular rastreado por geolocalización hasta ese domicilio, pero se identificó a los que se encontraban en el lugar en una especie de fiesta.
El celular un Samsung S10+, llegó hasta ese domicilio luego de un recorrido desde la calle De La Serna y Reconquista lugar del robo a su propietario en una encerrona donde participaron dos sujetos que circulaban cada uno en una moto, el seguimiento fue preciso y al ir a la zona, vecinos reconocieron que en esa zona se suelen ofrecer celulares a bajo precio y que de los domicilios solo uno tiene concurrencia de jóvenes en moto que suelen ofrecer los celulares. Incluso mencionaron que hace poco fue allanado el domicilio y dos de los moradores se encuentran detenidos.
El otro domicilio allanado es el de la calle De La Serna 1271, donde funciona el local The Doctor Cell, que es atendido por dos hombres, uno de ellos imputado en la causa que se investiga el robo identificado como Marcos Antonio González ya que en el lugar el parte policial fue el siguiente:
A- (498) CELULARES DIVERSAS MARCAS Y MODELOS.
B- (04) IPHONES.
C- (03) NOTEBOOKS.
D- (04) NETBOOKS
E- (191) BATERÍAS DE CELULARES DIVERSAS MARCAS
F- (380) MÓDULOS VARIOS DE CELULARES.
G- (50) TABLETS
Quizás parezca algo común, pero hay que entender la dimensión del delito de los motochorros si un comercio de barrio posee semejante cantidad de objetos sustraídos.
La burocracia judicial hace que hoy, un delincuente como lo son los dos socios del local, sigan en libertad, ¿pensó la fiscal de la causa en cuántos de esos celulares fueron robados con violencia y lesionando a las víctimas?, no es creíble que alguien que se dedica a la venta de celulares compre semejante cantidad de «buena fe».
Hay un justificativo legal que avale la demora en allanar la vivienda donde el rastreo ubicaba en un domicilio que fue allanado varias horas después existiendo la posibilidad de un allanamiento en urgencia como lo establece el Art. 222 Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires.
A pesar de las demoras, de que no se pudo establecer por las cámaras del municipio si los delincuentes huyeron juntos o por separado ya que las cámaras en las calles por donde circuló no funcionaban o no tenían buena calidad para visualizar una moto a velocidad, una constante en Avellaneda y que por ser más que conocido por las autoridades municipales, hace presumir delitos de acción pública desde el intendente, la Jefa de Gabinete y la secretaria de seguridad Mónica Ghirelli y el subsecretario Marcelo Rey, que dentro de sus funciones este último tiene la fiscalización de comercios, Gerli tiene varios locales de compra y venta de celulares y lo mismo ocurre en otros barrios de Avellaneda a los que se suman los paseos de compras donde se venden celulares y repuestos sin factura y donde la mayoría de los equipos no cuentan con el código de barras con el IMEI.
Toda esa falta de controles favorecen al delito y su mercado, la excusa para no investigar las casas de celulares es que se trata de un delito que debería tener una investigación federal.
En el mientras tanto, parece que nos toman de idiotas los funcionarios judiciales, políticos y policiales, ya que ese mercado de celulares robados es en su mayoría usado por delincuentes que cambian de celular, se usan para cometer secuestros, extorsiones, amenazas o narcotráfico.
Siempre hay que denunciar porque la denuncia activa una investigación, esto recién comienza, porque no se identifico al otro socio, que trabajaría en el Club Independiente, curiosamente en ese local, algunos de los que concurren en moto supuestamente a «consultar precios», como reconoció el responsable identificado del local, son también de la barra brava de Independiente, más aún, algunos participan de agrupaciones con vínculos con políticos locales. Algunos de estos delincuentes se jactaban de tener llegada a un ex juez de Garantías local con afinidad al club independiente.
Será cuestión de investigar hasta que se recupere el celular o seguir su rastro descubriendo quienes se benefician de este tipo de delitos, no hay que olvidar que detrás de un objeto robado hay una víctima.
A los vecinos y lectores, NO SEAN CÓMPLICES, NO COMPRE ROBADO, DENUNCIE SIEMPRE.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
Señor periodista usted está ensuciando con su noticia a una persona que también se levanta todos los días a trabajar al igual que usted.. como indica en algún lugar.
Seria mejor que primero se informe de lo que dice, porque esta dando una noticia errónea..
Estimado Claudio, es evidente que usted habla porque se le ocurre, por la cantidad de equipos sin coincidencia en los IMEI, es difícil creer que el dueño del local compra o recibe equipos que tienen una dudosa procedencia, pero si usted cree que se está cometiendo una injusticia vaya como testigo a dar sus fundamentos, tal vez es usted el que le provee los celulares y lo saca de toda sospecha o usted sabe quienes son. A la fecha la conducta del dueño del local no es la de una persona de buena fe, solo se ha enojado por la nota, le importa poco el dolor de las víctimas se ve que ni usted ni el leen las denuncias diarias de vecinos a los que los roban, agreden y en todos los casos les roban los celulares, la noticia está chequeada, hay un número de causa, una investigación en curso y de mi parte un pedido de informes sobre la falta de controles a locales de este tipo, la falta de controles de las motos que circulan, por el robo de un celular se llegó a algo que se desconocía y no será el único allanamiento, parece que hay delincuentes que no saben que hay equipos que además de mostrar su ubicación habilitan el micrófono, así que no haga el ridículo con estos comentarios, estimo que usted debe ser parte del círculo delictivo sino aplaudiría que se recuperen celulares robados.
Fdo. El Gallo Claudio
MUNCIPIO Y ESTADO AUSENTE