Avellaneda: La policía aumenta los controles en Gerli

Algo parece estar cambiando en Gerli, las quejas de los vecinos que se sienten rehénes de los delincuentes a la fecha no encontraba un trabajo inteligente de las autoridades municipales y policiales, por la sencilla razón de que el delito se combate con prevención y persecución, de poco sirven las promesas de más móviles si los delincuentes ganan la calle y se sienten impunes para delinquir.

El robo más habitual es el de los motochorros y el botín preferido de los delincuentes es el robo de celulares, son fáciles de vender o canjear por drogas y armas, con la certeza de que si son detenidos seguramente recuperen la libertad por el abuso que hacen muchos fiscales del Art. 161 C.P.P.

A la fecha era indignante que a ninguna autoridad se le ocurriera ir por controlar los lugares imprescindibles por los delincuentes, los locales de compra y venta de celulares que al no tener controles hacen de los celulares robados un excelente negocio donde pagan el 10% del valor al delincuente y este hace un pasa manos rápido, el otro punto son los talleres donde los motochorros consiguen autopartes y reparaciones económicas que también pueden canjear servicio por celular. También resulta un lugar muy apropiado para esconder las motos luego de cometer delitos.

La presencia policial es un rol importante porque pocas veces se producen persecuciones con éxito o la policía llega al lugar cuando aún se encuentran los delincuentes, los controles son uno de los mejores mecanismos de combatir el delito, los vecinos deben colaborar y señalar los lugares donde vean movimientos raros no es necesario hacer la denuncia si tienen miedo, con señalar a las autoridades los lugares entre todos podemos mejorar nuestra seguridad y vivir más tranquilos.

La comisaría 6ta tiene un titular relativamente nuevo el Comisario Juan Pablo Barberis, quien tiene al parecer intenciones de trabajar, esperemos no le pongan palos en la rueda los que suelen mirar para otro lado y solo prometer a los vecinos soluciones que nunca llegaron.

En un control de un taller ubicado en la calle  Caxaraville 1610, se encontró un motor con numeración suprimida y autopartes que el dueño del lugar no pudo justificar su procedencia al que se identificó como Hugo Sebastián K y a un hombre con paradero activo identificado como Matías Omar G., a los que se les imputó por averiguación ilícito e infracción a la Ley 13.081

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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