La inseguridad es desde hace años, una de las principales preocupaciones de los ciudadanos de la Argentina, obvio no de todos, quedan excluidos de esa situación traumática los funcionarios de alto rango, los políticos y los ricos que en el peor de los casos, un robo no les provoca ni siquiera una preocupación. El resto, la gran mayoría en un país empobrecido y con graves problemas laborales por desempleo y malos sueldos, un robo los perjudica y mucho.
La modalidad que ha crecido con una impunidad única en el mundo, es la de los delincuentes en moto llamados «motochorros», la sencillez con la que se inician en este tipo de modalidad delictiva es igual de sencilla como lograr una excarcelación al momento de ser detenido y a la vez es uno de los delitos menos resueltos por la velocidad que la moto permite al delincuente desarrollar en calles con tránsito y así evadir a la policía que tiene muchas desventajas, empezando por el mal estado de los móviles policiales.
Solo en videos de las redes sociales se ve como en países como Brasil o Colombia la policía motorizada puede perseguir por kilómetros y detener a este tipo de delincuentes.
LOS BENEFICIOS DEL MOTOCHORRO EN LA ARGENTINA
La falta de controles y legislaciones hacen que cualquier joven con inclinaciones al delito, vea una buena oportunidad de hacer dinero en un delito poco castigado y con una mínima inversión.
Tomada la decisión el o los delincuentes solo deben procurarse una moto, si es económica por ser de dudosa procedencia mucho mejor, si la secuestran y la pierde ya está pagada o bien se recupera en un día de «trabajo», el vehículo para estos delitos se consigue en cualquier lado, no hay controles serios sobre las motos, son difíciles de perseguir y muy sencillas de cambiarles el aspecto, un ploteo lleva a lo sumo media hora y despegarlo unos pocos minutos, así camuflan las motos y confunden a las víctimas que un día ven una moto de un color y otro otra similar pero de otro color, esto lo sabe la policía y la justicia, perooo…
La falta de ganas de trabajar de los fiscales y la justicia es la mejor garantía de IMPUNIDAD que tienen los motochorros, si por esas casualidades, en un control, uno de estos delincuentes es demorado, aún con la moto con pedido de secuestro será imputado por el delito de encubrimiento y recuperará inmediatamente la libertad y peor aún, ese proceso irrelevante para la justicia terminará archivado como ocurre en el 98% de los casos.
Para que se entienda voy a dar un ejemplo de cómo los fiscales no se ponen nunca en el lugar del ciudadano, como les importa poco si ese delincuente mató o va a matar, simplemente lo notifican de una causa que va a sumar a muchas otras y la sociedad seguirá en manos de los delincuentes, todo porque a los fiscales les importa poco trabajar bien ya que la destitución de un fiscal es casi igual o más compleja que la de un juez, esa garantía constitucional que en realidad es para el desempeño del funcionario en la justicia, termina siendo un VALE TODO y una garantía de IMPUNIDAD y CORRUPCIÓN. Puede alguien con una mínima inteligencia creer que alguien que circula en una moto robada, con dinero que no puede justificar, con celulares que no le pertenecen y drogas, que no acredita trabajo no ser un sospechoso por lo menos?, digo, la droga no la regalan, el dinero tampoco, los celulares no se encuentran así por la calle en cantidad y uno no se sube a una moto que no le pertenece. Creo que la presunción de inocencia debería estar en una balanza de equilibrio con todo lo que describí.
Así, los motochorros, saben que su escala delictiva es proporcional a los años de impunidad, comienzan robando en motos de baja cilindrada, practicando suerte con el oportunismo y la intimidación a las víctimas para escalar en motos de mayor cilindrada, usar armas y elegir blancos marcados donde las sumas son distintas.
Si tuviéramos un sistema de remoción de los fiscales y jueces por la elección popular, no sería un sistema perfecto, pero sí existiría un compromiso distinto de estos abogados que terminan siendo unos parásitos que viven del Estado, con la impunidad de saber que su suerte solo depende de saber manejarse con la política que es la que los va a «cuidar» como ellos cuidan de los políticos, ahí, tienen la explicación sencilla de la impunidad de los políticos que han rapiñado al país.
Por el lado de los políticos, a ningún legislador le interesa de verdad terminar con la vagancia y la corrupción judicial, porque no se controla, no se sanciona a los jueces y fiscales, pero mucho menos se legisla para que los motochorros piensen en otra forma de vida lícita mientras el delito les de la certeza de la impunidad.
Así venimos desde el día 14 de agosto del 2014, cuando el mundo entero conoció un video de un turista asaltado en La Boca, por un motochorro que se hizo famoso y del que hoy en día hay memes, Gastón Aguirre, quien muy tranquilo robaba armado por CABA, gobernada por los cultores de la mano dura y los que dicen saber y haber combatido el delito, otros irrespetuosos de los ciudadanos, porque poco cambio y ese poco es un crecimiento del delito a pesar de las cámaras, de los anillos digitales y de la ineficiente Policía de la Ciudad que tiene como responsable a Diego Santilli, ¿qué puede salir mal?.
El fenómeno de los motochorros, se ha extendido por todo el país, así como las noticias suelen generar imitadores de lo que se le pueda ocurrir a alguno, nuestros cholulos delincuentes locales también gozan de la impunidad de ser MOTOCHORRO y se divierten viéndose en algún video por las redes donde una víctima denuncia haber sido asaltada.
Pero la SOCIEDAD también tiene mucha responsabilidad, no solo por votar mal, sino por no reclamar a esos que voto, por no controlar a los funcionarios que se rascan la cabeza o son corruptos y es también responsable de su propia educación de valores como sociedad.
Así como sin clientes no hay trata, sin clientes no hay autos robados, sin clientes no hay celulares robados, en un país de gente honesta un local donde venden celulares o repuestos robados cierra, en la Argentina NO, en Once se encuentran edificios copados por delincuentes que tienen laboratorios para volver a sacar al mercado a teléfonos robados, que invierten mucho porque es un delito que deja ganancias millonarias, pero también en una localidad pequeña como Gerli en Avellaneda, hay locales que venden celulares robados y siguen existiendo por culpa de quienes van y compran a estos delincuentes. No es necesario recordarles la cantidad de muertes y personas gravemente heridas en un robo de celular que conocimos, el último caso el de la psicóloga social María Rosa Daglio asesinada en Ramos Mejía por el motochorro Alejandro Miguel Ochoa, un cobarde con un enorme prontuario que no hace más que demostrar y avalar mi critica a todo el sistema judicial y político.
Y por si fuera poco, tenemos políticos tan ridículos que pensaron en una AHORA 12 para acceder a créditos de motos, déjense de subestimar a los ciudadanos, insisto, ningún partido político ha demostrado siquiera interés en que esto cambie, imagínense si de verdad van a combatir el narcotráfico cuando no pueden hacer que un inadaptado social se suba a una moto y cause muchos males incluso la muerte.
Para finalizar, les he solicitada entre otros pedidos de informes a los ministerios de Nación y la provincia de Buenos Aires información al respecto, quiero saber si nuestras autoridades políticas y policiales saben o solo hacen un circo, la seguridad no se mejora gastando dinero a lo pavo en más patrulleros para llenar una calle y prometer más seguridad, porque eso es CIRCO, señores, en un mes de esos patrulleros, circulan con suerte la mitad, la inseguridad se combate TRABAJANDO, se combate con inteligencia criminal, Berni hace poco se jacto de que encontraron a M. porque él hace inteligencia, mi estimado Sergio Berni, en la provincia de Buenos Aires, los delitos crecen, crecen los homicidios en robos, los motochorros pasean tranquilos, las casas truchas de compra y venta de celulares se multiplican, los desarmaderos de autopartes volvieron a crecer y más que antes, la droga se liberó en casi todos los barrios, su superintendente de drogas existe?, talleres de autos truchos y que viven de las autopartes de dudosa procedencia trabajan todos los días sin controles, el REBA es una mentira, ¿de qué inteligencia habla?. Su subsecretario de inteligencia que lo acompaña desde la gestión en Nación ya necesitaría un descanso y de paso explicar un poco su patrimonio, porque la gestión es para trabajar no para enriquecerse, menos si no se lo merecen.
Pero por el lado de CABA las cosas son muy similares, todo lo descripto para Sergio Berni aplica en CABA, Marcelo D Alessandro junto con Santilli son tan ineficientes que despiertan sospechas, porque es evidente que capacidad para los cargos políticos tienen, pero no para la gestión y digo, sospecho, porque a pesar de que existe una Ley 104, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuando se le solicita información sobre determinados temas, invoca de forma antojadiza y con una interpretación incorrecta que no puede acceder al pedido, a esta altura deberían saber que si esconden los brazos y alguien les pregunta que tienen detrás, es poco creíble que digan nada.
Es muy decepcionante leer en las redes sociales a los militantes de un lado y otro, NADA justifica que los políticos nos dejen en manos de los delincuentes, NADA, sin vida no hay ideología, sin vida no tiene sentido la economía, sin vida no hay derechos humanos y sin vida termina ganando el caos, comencé diciendo que hay un sector muy cómodo, que vive alejado de la inseguridad de las calles, que no es un perjuicio el robo de un reloj o un celular, pero no deben olvidar que es poco inteligente vivir mirando como los de abajo se hunden porque cuando los de abajo se hunden, la altura es cada vez menor.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
El plan contra la inseguridad debe ser integral, urgente ahora y largo plazo. En los últimos años el problema va empeorando a pasos agigantados y no paramos la pelota. La clase política actual no pone en agenda este problema porque están enfocados en su roscas internas, viven hiper custodiados. Tampoco le dan valor a la salud y educación publica porque el 99 % no utilizan estos servicios. Mucha hipocresía, incapacidad y falta de altruismo en nuestros gobernantes. Hasta que no rompamos la convivencia político-narco-judicial-policial y convoquemos a gente capacitada en el tema, esto no se termina. El cambio debe surgir de las bases, de la ciudadanía ya que esta demostrado que a nadie se le mueve un pelo si te afanan en una parada, te pegan un tiro o un puntazo para robarte un celular o billetera con 100 pesos para comprarte un pancho al mediodía.
También seria bueno saber quien esta a cargo actualmente en la comisión de seguridad del consejo deliberante de avellaneda y que se esta haciendo al respecto. Cuando entras a la pagina del HCD avellaneda, se resaltan múltiples actividades y ninguna en seguridad.
Coincido en el pedido Luciano, pasa que a los concejales no les interesa, la oposición al respecto solo plantea pavadas, pero para que te des una idea, presidente de la comisión de seguridad fue Héctor Villalba, el secretario general de la UOCRA Avellaneda-Lanús, un tipo que es como poner al lobo a cuidar las ovejas.