Aníbal Ibarra acalorado

Aníbal Ibarra, ha presentado por estos días para su tratamiento en la Legislatura un proyecto sobre la incorporación de equipos de aire acondicionados en los colectivos de línea que transitan por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para ello, propone que las nuevas unidades de piso bajo para personas con capacidades diferentes que incorporen aire acondicionado, tengan una exención de diez (10) y de cinco (5) años para aquellas que solo incorporen la unidad de refrigeración.

En los fundamentos dados a conocer a la prensa por su gente, justifica el pedido en mejorar la calidad de viaje de los ciudadanos y que en los meses de verano, los mismos obtén por viajar en colectivo y no hacer uso de los autos, con lo cual se beneficia el tránsito en la Capital Federal, indica que los diez años de exención no compensan la inversión inicial de los empresarios del transporte.

Con estos argumentos solicita la modificación del inciso 6 del artículo 298 del Código Fiscal vigente.

La noticia de semejante idea, propia de alguien que pretende disfrazar el bienestar de los ciudadanos con medidas que se asemejan más al los espejitos de los colonizadores, me llevan a analizar las puestas en escena que le gusta montar a Aníbal Ibarra y sus colaboradores. Sin entrar en el karma del múltiple homicidio de Cromañón, Ibarra no ha sabido luego de ello tener un proyecto serio y que sea acompañado, es una especie de ex convocante y más un político chapullero que un líder carismático, esto a pesar de que aún hay mujeres que lo desean como galán.

Necesitado de votos, no duda en concurrir a pequeñas reuniones y hasta sacarse fotos con quien sea, necesidad en que algún momento le jugó una mala pasado cuando una cámara oculto lo filmo inventando saludos de vecinos que en realidad eran militantes enviados para mostrar una aparente popularidad de la que no goza.

Como usuario de colectivos no deja de ser tentador l idea de viajar con el confort de un aire en los días de calor agobiante, pero existe una realidad que contrasta con las propuestas, la falta de control de las unidades, por ejemplo las más nuevas de piso bajo para las personas con discapacidad, es difícil encontrar en ellas, los cintos para amarrar las sillas de ruedas, bien porque no existen o por el hecho de encontrar rotos. No hablar del mal estado que presentan algunos colectivos o la falta de limpieza. Otro ejemplo, el de los monederos electrónicos o el uso de las tarjetas para evitar el uso de las monedas que tanto cuestan conseguir, a la fecha el porcentaje de colectivos que utilizan la tarjeta es mínimo.

Entonces, este tipo de propuestas tentadoras, en las que no se indica si van a existir controles no tienen más que como objetivo captar la atención del votante y ganar algún poroto en lo próximo, ya que estás medidas terminan siendo de difícil continuidad por la falta de inversión de las empresas.

Este tipo de propuestas se parecen a algunas de Mauricio Macri, quien también afirma que busca mejorar la calidad de vida de los vecinos y con ese lema instalan por ejemplo WIFI en algunas plazas, pero curiosamente en algunas de ellas, como ser la Plaza Housay, con las cámaras de seguridad instaladas no han podido evitar los robos diarios, imaginen ir a ella a hacer uso de Internet con algún equipo.

Nos gustaría a todos los usuarios del transporte público colectivos limpios, con aire acondicionado, con WIFI que nos permita continuar con nuestras tareas o bien estar comunicados a un precio menor que el de la telefonía móvil. Pero insisto, faltan controles y en las exenciones pueden aparecer “avivadas”.

Ibarra, curiosamente, tiene este tipo de proyectos poco comprometidos, desde su función como legislador deja mucho que desear y en lo personal advierto a los lectores que así, no justifica su candidatura como Jefe de Gobierno, porque su fracaso anterior en ese puesto fue la falta de supervisión de funcionarios y empleados, y hoy como legislador tampoco ejerce esa función de contralor del poder ejecutivo, hace más de dos meses, le entregué en mano un informe sobre irregularidades en el Banco Ciudad, incluyendo las gastos en asesores innecesarios y con actividades de dudosa compatibilidad o representando a clientes privados con recursos del Estado, pero nada ha hecho al respecto, quizás porque muchos de los involucrados en las irregularidades en el banco e involucrados en hechos de corrupción son también conocidos suyos. De hecho el día que le entregue el informe reconoció estar al tanto de algunas denuncias por su ex esposa empleada del banco y por Aldo Gamba, otro empleado del banco también a este medio le aporto información para desbancar a la competencia en busca de ascender y que no duda en acercarse a quien sea y modificar el discurso según le convenga.

Para concluir, Aníbal Ibarra, sigue fiel a su estilo poco comprometido, con una política discursiva pero carente de todo compromiso, un político cómodo en su cargo y sueldos, que está ahí, necesitado de apoyo venga de donde venga, tal vez por eso, no le importo tomarse fotografías y concurrir a actos políticos donde lo acompañaban en la mesa personajes acusados de explotar a trabajadores en talleres clandestinos.

Ibarra aún tiene tiempo de cambiar la forma de hacer política que posee y dejarse de vender humo, el afecto de los vecinos no se gana simplemente haciendo caritas para el sector femenino o inventando una excusa ante los reclamos. Empecemos señor Ibarra dándole a los vecinos un servicio de transporte público eficiente, con choferes que respeten las paradas, que hagan respetar los asientes reservados por la CNRT, que conduzcan mejor, no olvidemos la cantidad de gente que ha muerto al ser atropellada por colectivos, sino siempre estamos en lo mismo, soñando con escenarios ideales pero con realidades que son pesadillas.

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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