La Policía bonaerense detuvo a un delincuente que minutos antes había entrado a robar a una casa, en La Plata. Una joven, alertada por la situación, se hizo la dormida y alertó a su hermano del hecho, quien se hizo presente en el lugar y corrió a los ladrones.
Fuentes policiales informaron que los delincuentes ingresaron en una casa ubicada en 163 entre 66 y 67, y tomaron de rehén al dueño que vive allí junto a su esposa y sus dos hijas de 22 y 25 años.
Mientras los asaltantes revolvían el lugar en busca de objetos de valor, una de las chicas que simulaba dormir, le envió un mensaje de texto a su hermano, de 30 años, que estaba trabajando en un comercio.
Luego, el hijo mayor de la pareja llegó a la casa en su camioneta Ford Ranger, junto a su esposa. Tocó el timbre, y lo atendió su madre, quien -obligada por el delincuente- le dijo que se fuera, porque ya había pasado todo y su padre estaba descompuesto.
El joven advirtió que los intrusos seguían adentro, por lo que le dijo a su pareja que pidiera ayuda en una remisería de la cuadra mientras él esperaba a los ladrones a unos pocos metros de allí.
Al salir, los delincuentes fueron perseguidos por el joven, quien desde su camioneta intentaba no perderlos de vista. Luego de perseguirlos unos metros, los delincuentes le efectuaron dos disparos, uno de los cuales impactó en el vehículo.
Para entonces ya se habían sumado a la búsqueda varios vecinos, por lo que los ladrones continuaron corriendo y se tiraron a un zanjón, donde el más robusto quedó literalmente “encajado” y fue reducido por los perseguidores.
En ese momento llegó el personal de la comisaría Tercera, que detuvo al ladrón que había sido rodeado por los vecinos, le colocó las esposas y secuestró los elementos que tenía encima, entre los que se encontraban más de 1.600 pesos, un revólver calibre .38, un celular y una cámara digital.
El cómplice que logró a huir era esta tarde buscado por el delito de “robo calificado y portación ilegal de arma de uso civil”.
