El Juez del caso Rawson encargó un análisis de los cruces telefónicos

Jorge-Mangeri-y-Diana-SaettoneEl magistrado está interesado en las llamadas que mantuvo Mangeri en los días previos y posteriores a la muerte de la adolescente. También quiere conocer la información que pueden aportar las antenas sobre la ubicación del portero.

El juez que investiga el crimen de Ángeles Rawson le encargó el análisis de los  entrecruzamientos telefónicos de la causa a una división especializada de la Policía Federal. En una primera instancia, el magistrado está interesado en las comunicaciones que mantuvo Jorge Mangeri sino también la información que pueden aportar las antenas de celular sobre su ubicación y en qué momento hizo o recibió alguna llamada.

Según informaron hoy fuentes judiciales, el juez de instrucción Javier Ríos convocó a la División Investigación Federal de Organizaciones Criminales (DIFOC) de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal por su experiencia en el análisis de comunicaciones telefónicas.

Voceros judiciales informaron a la agencia de noticias Télam que ni bien llegue en formato digital la información de las llamadas entrantes y salientes de las líneas de interés para la causa, se enviarán a la DIFOC para que la cargue en el I-2, el software especializado para este tipo de análisis.

Las fuentes explicaron que en una primera etapa del trabajo, el juez está interesado en las comunicaciones que mantuvo el imputado Mangeri (45) el día del crimen -10 de junio-, los días previos y los posteriores hasta su detención la madrugada del 15 de junio pasado.

El magistrado les remitirá a los detectives de la DIFOC algunas declaraciones en las que algunos testigos comentaron haber recibido llamadas de Mangeri durante esos días para que sean chequeadas.

El objetivo no sólo es saber con quién habló Mangeri esos días, sino también la información que pueden aportar las antenas de celular sobre su ubicación y en qué momento hizo o recibió alguna llamada.

En tanto, el juez Ríos continuaba analizando la información que el viernes llegó desde el Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

El dato más sobresaliente de aquel informe es que en tres tramos distintos de la soga que anudaba los tobillos del cadáver de Ángeles (16) -las muestras M39, M40 y M46- se detectó un perfil genético masculino incompleto cuyos marcadores coinciden con los de Mangeri, dando como conclusión que no se puede descartar al portero como potencial aportante.

Marcelo Biondi, uno de los abogados del portero, dijo al respecto: «No hay ADN positivo con respecto a Mangeri, es una muestra muy parcial que sobre veintidós indicadores del cromosoma Y, que sería el masculino, solamente ocho tienen coincidencia con el perfil de él».

En la misma soga en cuestión también apareció un cabello cuyo estudio morfológico -color, grosor y textura-, determinó que era compatible con los del portero.

Voceros judiciales indicaron además que el juez espera que a fin de mes, y luego de la audiencia oral del próximo 29 de agosto, la Sala VI de la Cámara del Crimen rechace los dos planteos de nulidad presentados por la defensa y confirme el procesamiento con  prisión preventiva de Mangeri por homicidio agravado.

Si bien el juez analizaba por estos días la posibilidad de recaratular el hecho como un homicidio «criminis causa», es decir cometido para ocultar un posible ataque sexual, o como un «femicidio», las fuentes consultadas indicaron a Télam que Ríos habría desechado esa idea.

«Que no se haya detectado ADN de Ángeles en el departamento del portero, que la Junta Médica confirmara que no hubo lesiones de abuso y que los médicos que analizaron la lesión en la ingle de Mangeri no dijeran en forma categórica que fue provocada por una arañazo, le impiden al juez recaratular el hecho con un móvil sexual que no puede probar», explicó una fuente judicial.

Sin embargo, la fuente dijo que el hecho de que la Junta Médica haya informado que Ángeles fue atada en vida y que sufrió «una prolongada agonía», hacen que el juez considere que la alevosía está probada y que podría sumar el agravante del  ensañamiento.

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