En casi todas las legislaciones municipales, el uso del espacio público por parte de los volquetes tiene condiciones que hacen a la señalización de los mismos, al tiempo de permanencia y al tipo de materiales que en ellos se colocan, siendo en general materiales de construcción y no residuos.

Como era de esperar de una empresa irresponsable como Volquetes Veiga, estos exceden el tiempo y dejan por días sus volquetes ya llenos que empiezan a ser utilizados como contenedores de basura por los propios obreros que arrojan los restos de sus comidas y bebidas, en época de calor, se transforman en un refugio y criadero de ratas.

Por el lado de la inseguridad tenemos el riesgo de que algún motociclista sufra un siniestro por colisionar contra el volquete al no tener bandas refractarias o pintura que lo haga visible de noche, al respecto hay innumerables fallos al respecto que condenan al dueño del volquete y al municipio que no controla que se cumplan los plazos y las condiciones en que se deja el volquete en la vía pública.

La empresa con domicilio declarado en la calle Cnel. Murguiondo 978, de Lanús, continúa incumpliendo las normativas vigentes, con total impunidad circulan con los camiones en condiciones precarias y parece que es muy complicado tener en condiciones de señalización los volquetes, además de cumplir con los plazos para retirar los mismos.

En una época de constantes hechos de inseguridad son un buen lugar para que delincuentes se escondan, pero esto a la familia Veiga no les importa.