Por estás horas, en las redes han circulada algunas fotos de la fiesta de Fin de Año de la UOCRA Avellaneda-Lanús, que conduce Héctor Villagra, un personaje de quien ya hemos advertido varias «cositas» y motivo por el cual quien escribe como responsable del medio tuvo que escuchar insultos y amenazas de su patota en el HCD.

Tal vez por eso los medios locales, en una actitud poco ética y muy cobarde, suelen dejar pasar todo hecho que involucre al sindicalista devenido en político.

Siempre señalamos que existe una complicidad entre quienes conducen el municipio y las irregularidades en muchas de las obras que se realizan en Avellaneda, irregularidades que van desde la falta de control de la UOCRA de las obras y las condiciones de trabajo de los obreros, hasta denuncias de coimas de las que todos hablan pero ninguno de los involucrados denuncia, como las que suele realizar contra el sindicato un viejo y conocido periodista dueño de un medio de la Av. Belgrano.

Ni siquiera la supuesta oposición local se ha animado a investigar obras emblemáticas como la construcción de los edificios de la UNDAV por dar un ejemplo.

En el HCD, solo un concejal hizo dos pedidos de informes de obras en construcción en Wilde y luego de unos llamados a la reflexión, Leiva ante la soledad de sus pedidos nunca respondidos por el ejecutivo y la falta de apoyo incluso de su propio espacio, parece ahora usar gafas oscuras que le impiden ver lo que antes veía.

La estrategia de los socios fue muy buena, «meter» a Villagra como concejal ayudaría a sumar más que un voto presión, no todos llegan acompañado por varios «muchachos» con caras de pocos amigos y el próximo paso fue la designación de Villagra como vicepresidente 1º, a pesar de que no tiene condiciones de oratoria, que desconoce los reglamentos internos y de ser una persona que a estado en el ojo de la tormenta varias veces, sin olvidar los escándalos que protagonizo con la ex concejal Verónica Juárez.

Nunca Villagra a dado explicaciones a la sociedad de los obras en las que se registraron heridos, donde hubo derrumbes, ni de las variadas acusaciones en su contra, tal vez, porque siempre, jugó para los intereses de sus socios políticos el intendente Jorge Ferraresi y el presidente del HCD Hugo Dino Barrueco, sociedad que dicen va más allá de lo político y que aunque ellos traten de no hablar del tema, siempre termina encontrándolos.

El hecho de que el municipio cediera el Gatica para el acto de la UOCRA local es sin dudas un gesto, una muestra de unidad, más aún cuando cuenta con la presencia del intendente y el presidente del HCD, quienes además de aportar su presencia que podría considerarse protocolar, se suben al escenario a abrazar y avalar a Villagra.

Ahondar más en el tema es inútil, por eso que cada uno saque sus propias conclusiones.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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