Hace once años que Rodrigo Altamirano trabaja en el Servicio Penitenciario bonaerense. Pero su vida cambió cuando conoció el Centro Universitario San Martín (CUSAM), un espacio de educación que funciona en el marco de la Universidad de San Martín, dentro del penal Nº48 de José León Suárez.
Allí cursó la carrera de Sociología junto a otros penitenciarios y personas privadas de su libertad y obtuvo su título universitario el lunes pasado. “Esta posibilidad me dotó de muchos conocimientos y herramientas para poder desplegar en los años que me quedan de servicio”, sostuvo el joven de 33 años en diálogo con QM noticias.
“Hay mucho para aportar y poder hacer por medio del tratamiento, que es una herramienta necesaria para la inclusión de las personas privadas de su libertad y para la profesionalización de los penitenciarios, ya que es una manera de capacitarse y progesar”, subrayó sobre la experiencia educativa que se desarrolla en el penal desde el 2008, en la que cursan 90 personas.
El CUSAM es único en su especie: funciona dentro de la cárcel, la totalidad de las clases se dicta de forma presencial y los detenidos comparten la carrera con los agentes penitenciarios. Además de Sociología, se enseña Trabajo Social, Pastelería y Panadería.
Rodrigo se licenció tras presentar una tesis que estudia la educación en contexto de encierro. “No lo dudé ni un segundo y lo disfruté 100 por ciento”, expresó sobre su experiencia en el centro.
Según contó, uno de los datos estadísticos surgidos de la investigación consiste en que “la mayoría de las personas privadas de su libertad son de alta vulnerabilidad social y no pudieron acceder a nivel educativo primario y secundario”.
