Varios productos aumentaran su valor como consecuencia del aumento de combustibles y tarifas. Las cadenas aseguran que sólo trasladan otros incrementos.
Como consecuencia directa de los aumentos en los combustibles y las tarifas, los precios en góndola de los hipermercados subirán no menos del 7% en las próximas dos semanas, y recaerán en un amplio universo de productos por el impacto que tiene la energía en la cadena comercial.
Fuentes del sector hipermercadista señalaron que «los proveedores ya habían advertido que si se concretaba la suba en las naftas, se iban a ver remarcaciones en las góndolas. Creemos que llegarán a ser del 7 por ciento al menos, por lo que se dijo extraoficialmente». En cuanto al alcance, se notará en bienes sensibles como los cortes de carne, pasando por las salchichas, picadillos, patés y las hamburguesas, que son un mercado muy fuerte.
Asimismo, por los incrementos en las tarifas de luz y gas, aumentarán el pan, las pizzas, tartas, empanadas o galletitas, relataron desde los hipermercados. En cuanto a los lácteos, la suerte será la misma. La serie de incrementos de precios se dará justo cuando el consumo masivo en los hipermercados había mejorado levemente en octubre, respecto de meses anteriores. La comparación en todos los meses del año fue negativa, aunque según fuentes del sector hipermercadista, el consumo mejoró porque están «cayendo» las primeras cuotas de las paritarias.
De esta forma, el gobierno enfrentará un diciembre «muy caliente» con una inflación núcleo que no se podría contener en los parámetros deseados. Por otro lado, y junto al impacto de las nuevas remarcaciones, la titular de la cámara de súper chinos Cedeapsa, Yolanda Durán, entregó una lista de aumentos producidos en noviembre. Este es el detalle del informe: Quilmes elevó los precios 6%; Coca-Coca, 10%; Arcor 8%; Molinos, 5%; Terrabusi, 8%; Procter and Gamble, 10%; Favorita, 5%; Matarazzo, 5%; Brahma 6%; e Higienol, 5%. De esta forma, diciembre ya se perfila como un mes donde la inflación al menos no será baja.
En esta dirección, desde las cadenas apuntaron que «lo que debería controlar el gobierno es el manejo del mercado que tiene la industria, con una posición dominante que le permite decidir los precios». El mes de octubre había arrancado una sonrisa en el gobierno, ya que por primera vez en el año las ventas de los hipermercados subieron (entre 1 y 2%) respecto del año anterior, y los comercios de cercanía lo hicieron en porcentajes superiores de hasta el 5 por ciento, aunque frente a una base comparativa muy baja. Sobre el pasado mes de noviembre, los comercios en general esperan otra suba en los niveles de consumo, en la comparación con noviembre de 2016.