La Secretaría de Comercio quiere que el aumento no se transfiera a la góndola sino que lo absorban los supermercados. La cadena productiva espera una cosecha récord.
El precio del kilo de hoja verde para manufacturar la yerba lo decide el INYM (Instituto Nacional de Yerba Mate), que está compuesto por 12 integrantes. Peones rurales, productores, secaderos, molinos y representantes de las provincias de Misiones, Corrientes y el gobierno nacional.
El precio de la yerba es muy sensible porque se trata de un producto central de la canasta básica familiar.
Cada 6 meses, de abril a septiembre, cuando se termina la cosecha, por unanimidad tienen que acordar el precio del kilo de hoja verde. La cadena productiva pretende el aumento que compense la suba de sus costos, pero el secretario de Comercio Augusto Costa no quiere autorizar la suba al consumidor, que paga por un paquete de un kilo entre 50 y 60 pesos.
La propuesta de que los supermercados resignen ganancias y no trasladen el aumento a la góndola es muy compleja y arriesgada: otros proveedores podrían pedir a los supermercadistas el mismo trato que los yerbateros para sus productos, es decir, que absorban costos de producción para aliviar al consumidor.
Si no hay acuerdo, el caso llegará al Ministerio de Agricultura, que deberá mediar entre las partes.
