Robos de vehículos en Avellaneda, todo normal

El robo de autos en la provincia de Buenos Aires, ha registrado en los últimos días un marcado incremento, al igual que otros delitos, como si ya poco le importara a Cristian Ritondo y a María Eugenia Vidal el cumplir con responsabilidad sus últimos días de mandato.

Avellaneda no es la excepción, un incremento de robos cometidos por menores de edad, ponen a la sociedad en estado de alerta y son varios los barrios que comienzan a hablar de marchas pidiendo más seguridad, si aún no se han realizado a la espera del día después del 10 de diciembre, la seguidilla de delitos podrían precipitar medidas de acción por parte de los vecinos, cansados y con miedo.

En el caso particular de Avellaneda, llama poderosamente la atención la falta de un plan preventivo por parte de las autoridades de la Secretaría de Seguridad del municipio, más si tenemos en cuenta que la titular Cecilia Rodríguez es una ex ministro de seguridad de La Nación y con experiencia se supone en el manejo de información de distintas fuerzas de seguridad.

Muchos se quejan y mucho reproducen algunos seudo medios de prensa sobre la inseguridad pero muy pocos o casi nadie hace lo correcto que sería, denunciar en la justicia los delitos de los que tienen conocimiento, en Asuntos Internos lo que dicen saber sobre actos de corrupción policial, tales como liberar zonas o connivencia con delincuentes y de ser necesario denunciar en Control Interno de la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires la ineficiencia de los fiscales del Polo Judicial de Avellaneda por no investigar debidamente.

Este combo de ineficiencia y corrupción de los responsables de la seguridad y la administración de justicia local, han generado un panorama insólito y hasta absurdo, en donde, la falta de controles del municipio y la policía son el paraíso de quienes lucran con el producto de delitos como el robo de autos y la venta de autopartes, a pesar de que existe una legislación contra los desarmaderos y otra que obliga al personal policial a controlar los talleres dedicados al automotor en sus jurisdicciones.

La realidad es que el control de los talleres es esporádico, cada varios meses y sin controles, se clausura simbólicamente con una franja, un acta y una foto y en un par de horas el clausurado continúa trabajando como si nada hubiera ocurrido, en Avellaneda existen barrio donde todos saben que se pueden adquirir repuestos de dudosa procedencia, en talleres sin habilitación o que poseen iniciado el trámite para justificar su existencia pero que por las condiciones edilicias no cumplen ni cerca las condiciones para ser habilitados conforme a los requisitos generales.

En Wilde por ejemplo la cosa se pone más oscura, varias agencias de autos han sido allanadas por vehículos con pedidos de secuestro y aún así, continúan funcionando, una de estas incluso ubicada en una esquina sobre la Av. Mitre a metros del Tríangulo de Bernal, en el 2019 tuvo tres allanamientos donde se encontraron vehículos con pedido de secuestro por robo, allanamientos realizados en dos oportunidades por la Policía de la Ciudad y otro por la Policía Bonaerense, pero continuó abierta como si nada hubiera ocurrido, un vehículo de alta gama incluso había sido robado en Avellaneda Centro y puesto a la venta en Wilde, a pocas cuadras de la residencia de su dueño, lo que demuestra la impunidad con la que se manejan estas personas y donde nadie controla o investiga.

Gerli es uno de los barrios donde se han incrementado los robos de vehículos, tal vez los efectivos de la comisaría 6ta sean los únicos que no saben sobre la existencia en su jurisdicción de talleres clandestinos donde se compran y venden repuestos de dudosa procedencia o incluso posee varios puntos donde se desarman autos en plena vía pública por personajes que no poseen un medio de vida formal, el colmo, a la vuelta de la comisaría misma los vecinos se han cansado de denunciar autos desarmados en la intersección de las calles Donovan y Cangallo. Los desarmaderos de motos que se han incrementado en la zona a pesar de que los que administran los mismos son conocidos por llevar años en esa actividad ilícita.

Conclusión, basta con buscar en Google para que se vea lo que los vecinos denuncian, sin moverse de sus sillones y despachos, pero no lo saben el intendente Jorge Ferraresi, no lo sabe su secretaría de seguridad Rodríguez, no lo saben los jefes policiales y no lo saben los funcionarios judiciales, desde la provincia en retirada muchos menos van a tomar alguna medida que no tomaron en los años de gobierno, en el tema de los robos de autos, parte de responsabilidad tiene el Gobierno de la Ciudad y su jefe Horacio Rodríguez Larreta ya que en el 70% de los robos los autores son de la Villa de Zavaleta, La Boca o Barracas.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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