Revelaron que el cuerpo de la joven Candela presenta señales de abusos sexuales

Los peritos forenses que realizaron la autopsia al cuerpo de la niña Candela Rodríguez, asesinada hace dos meses tras estar cautiva durante una semana, confirmaron que presentaba lesiones compatibles con un abuso sexual.

Según fuentes judiciales, el Fiscal Marcelo Tavolaro, a cargo de la investigación, escuchó  la declaración de tres médicos forenses que precisaron cómo fue la mecánica de la muerte de la niña, que tenía 11 años y cuyo cadáver fue encontrado a un costado de la autopista del Oeste, en la localidad bonaerense de Villa Tessei.

Los peritos confirmaron a Tavolaro que el homicida comprimió la boca y la nariz de la niña, y que el cadáver tenía lesiones anales compatibles con una vejación.

El abogado querellante Fernando Burlando, que representa a la madre de la niña, dijo que «no se pudo determinar con precisión el momento de la violación, pero sí está claro que el abuso y el homicidio ocurrieron en menos de una hora de tiempo».

Por el homicidio de Candela Rodríguez, la Justicia dictó la prisión preventiva a un grupo de personas, pero hasta el momento no se investigó puntualmente el delito de «violación».

Burlando pidió ampliar la investigación por este delito, y dijo que podría derivar en la ampliación de las indagatorias de uno o varios de los detenidos.

En la causa están procesados Héctor Bermúdez, como autor material del delito de homicidio agravado; Néstor Altamirano y Gladys Cabrera, señalados como dueños de las viviendas donde la niña habría estado cautiva; y otras tres personas con antecedentes policiales sospechadas de haber prestado logística: Alberto Espínola, Fabián Gómez y Guillermo López.

El viernes pasado, la Justicia dictó la preventiva de Hugo «El Topo» Moreyra, señalado como el organizador del homicidio, cometido en venganza contra el padre de la víctima.

El último detenido fue Leonardo Jara, de 31 años, que fue mencionado como quien se habría acercado a la niña para obtener información sobre el dinero que poseía la familia Rodríguez.

Jara negó ante la fiscalía conocer a la niña o a su familia, pero Tavolaro busca reunir elementos para pedir su prisión preventiva y no se descarta que pueda usar el aporte de los médicos forenses que hoy aludieron a un abuso sexual.

Candela Rodríguez, de 11 años, desapareció el 22 de agosto pasado de la esquina de su casa.

Según la Justicia no fue secuestrada sino que se fue voluntariamente con sus captores probablemente bajo alguna promesa que tenía relación con su padre, detenido desde hace un año y medio por piratería del asfalto.

El cadáver de la niña fue hallado en la tarde del 31 de agosto, sin rastros y dentro de una bolsa negra; los investigadores creen que había sido asesinada unas 36 horas antes.

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